(Agrega sondeos a boca de urna)
La oposición centrista proeuropea de Polonia logró la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de hoy, derrotando al partido que mantenía el poder, el nacionalista populista Ley y Justicia (PiS) y a una formación de ultraderecha, según sondeos a boca de urna.
La Coalición Cívica (KO) dirigida por el expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, junto a la cristiano-demócrata Tercera Vía y el partido Izquierda obtuvieron la mayoría de los escaños del Parlamento y se impusieron al oficialista PiS y la ultraderechista Confederación, según estimaciones al finalizar los comicios.
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Las encuestas anteriores a la elección preveían que el PiS, que dirige el país desde hace ocho años, obtendría el mayor número de votos, pero que, sin embargo, no llegaría a sumar apoyos suficientes para gobernar en solitario y tampoco para formar una coalición de gobierno.
El sondeo publicado por TVN24 y elaborado por Ipsos otorga al PiS 36,8% de votos y 200 de los 460 bancas del parlamento, seguido de la Coalición Cívica (31,6% y 163 asientos).
Por detrás quedan Tercera Vía (13% y 55 escaños), Izquierda (8,6% y 30 sitios) y la Confederación Libertad e Independencia (6,2% y doce bancas), según la agencia de noticias Europa Press.
"Polonia ganó, la democracia ganó, los expulsamos del poder (...), este es el final de este mal período, este es el final del reinado del PiS", proclamó Tusk tras conocerse esas proyecciones, recogió la agencia AFP.
"Sé que nuestros sueños eran aún más ambiciosos, llevo mucho tiempo en política, soy un atleta, jamás había estado tan feliz en toda mi vida", añadió Tusk.
Paralelamente, el PiS reivindicó ser la formación más votada, con el primer ministro Mateusz Morawiecki celebrando en Twitter que "Ley y Justicia es el ganador de las elecciones parlamentarias de 2023".
Sin embargo, el líder del partido, Jaroslaw Kaczynski, reconoció que "probablemente" no gobiernen.
Kaczynski compareció ante los simpatizantes de la formación y agradeció su apoyo.
"Es nuestra cuarta victoria en unas elecciones parlamentarias y la tercera seguida. Es un gran éxito para nuestro partido y para nuestro proyecto para Polonia", declaró.
"La cuestión sigue siendo si este éxito se plasmará en un nuevo gobierno nuestro y no lo sabemos todavía, pero debemos tener esperanza y saber que estemos en el poder o en la oposición, defenderemos este proyecto por las vías que podamos. No permitiremos que se traicione a Polonia ni que Polonia pierda lo más valioso de nuestra nación, su independencia", proclamó.
El resultado de las elecciones es crucial para el futuro de los lazos de Polonia con la Unión Europea (UE) y con la vecina Ucrania.
Se temía que una victoria del PiS exacerbara las tensiones con Bruselas y con Kiev y fuera un revés para el estado de derecho, la libertad de prensa, los derechos de las mujeres y los migrantes.
Tusk, en su cierre de campaña, había dicho que el PiS tenía planes secretos para abandonar la UE y que estaba llevando al país en la dirección equivocada.
"Este es el día más importante en la historia de nuestra democracia desde 1989 (...) Votaremos para que Polonia permanezca en la UE. Polonia es el corazón de Europa", insistió Tusk.
El PiS se había comprometido a continuar con sus controvertidas reformas del sistema judicial que asegura tienen como objetivo erradicar la corrupción, pero que la UE considera como un ataque contra la democracia.
Polonia es uno de los principales apoyos de Ucrania y ha acogido a un millón de refugiados ucranianos en su suelo desde que empezó el conflicto con Rusia.
Sin embargo, los polacos son cada vez más reacios a esta ayuda y el gobierno prohibió recientemente -en una medida unilateral- las importaciones de granos ucranianos, argumentando la necesidad de proteger a los agricultores polacos.
Las elecciones involucraron a las dos cámaras del Parlamento, la Dieta y el Senado.
En la elección de hoy, 29 millones de votantes estaban inscritos para elegir la composición del Parlamento.
En forma simultánea, el PiS convocó un referendo con preguntas sobre los inmigrantes y la economía, que la oposición pidió boicotear.
La campaña estuvo marcada por violentos ataques personales contra Tusk por parte del oficialismo, que lo acusó de trabajar en el interés de Alemania, Rusia y la UE.
Con información de Télam