Decenas de residentes que huyeron de la asediada ciudad de al-Hilaliya, en el estado sudanés de El Gezira, han dado positivo en las pruebas del cólera, informó una fuente médica a Reuters, en un hecho que ofrece una explicación probable de las muertes de cientos de personas allí.
Mientras que los activistas locales afirman que han muerto más de 300 personas, un grupo de residentes de Hilaliya en la diáspora proporcionó a Reuters una lista de más de 400 víctimas mortales, una cifra que, según ellos, aumenta cada hora.
Los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) iniciaron el 29 de octubre el asedio de la ciudad, donde viven decenas de miles de lugareños y desplazados, como parte de una campaña de ataques en el este de Gezira en venganza por la deserción al ejército de un alto comandante de las RSF.
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Al menos 15 personas murieron por disparos en la incursión de la RSF que inició el asedio, según los activistas. A medida que salían a la luz los informes sobre las muertes masivas, circulaban rumores sobre la causa de las muertes y sobre si los soldados de la RSF habían envenenado intencionadamente a la gente.
Pero un número cada vez mayor de los que han escapado de la ciudad han dado positivo en las pruebas del cólera, dijo la fuente médica. Otros médicos de la ciudad dijeron a Reuters que después de que los soldados expulsaran a la gente de sus casas, robando dinero, coches y ganado, la mayoría de los habitantes buscaron refugio en los patios de tres mezquitas.
Los soldados también se habían llevado los paneles solares y los cables eléctricos utilizados para extraer agua subterránea, obligando a algunos de los residentes a depender de un pozo tradicional poco profundo que llevaba décadas sin utilizarse y que podría haberse mezclado con aguas residuales, según los médicos y un testigo presencial.
Los médicos y testigos pidieron el anonimato para evitar represalias de cualquiera de las partes en conflicto.
La ONU dijo a principios de esta semana que se sospechaba que había un brote de cólera entre las personas que escaparon del este de Gezira, uno de varios en todo el país, pero no especificó Hilaliya. El Ministerio de Sanidad sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.
La devastadora guerra que estalló en abril de 2023 entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido ha destruido las infraestructuras de Sudán y propagado enfermedades, creando las mayores crisis de hambre y desplazamiento del mundo.
Con información de Reuters