El líder independentista catalán Carles Puigdemont, candidato a recuperar la presidencia de la convulsa región española, traslada en autobús a sus partidarios a sus mítines electorales a través de la frontera en Francia porque una orden de detención le impide entrar en España.
Puigdemont se enfrenta a una detención en España por los delitos de malversación de fondos públicos y desobediencia por su papel en el referéndum independentista de Cataluña de 2017, que había sido prohibido por los tribunales españoles.
Puigdemont, entonces presidente regional de Cataluña, tomó parte en una efímera declaración de independencia catalana tras la votación, antes de huir a Bélgica para zafarse de la captura de las autoridades españolas. Puigdemont negó los cargos que se le imputaban, alegando que sus acciones eran legales.
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Ahora aspira a volver a la presidencia de la próspera región del noreste en las elecciones del domingo, y se encuentra en un reñido segundo puesto frente al candidato de los socialistas españoles, que se oponen a la independencia de Cataluña.
Puigdemont está llevando a cabo una campaña poco convencional, con mítines en la localidad francesa de Argeles-sur-Mer, cerca de la frontera española.
Su partido separatista Junts ha organizado una flota de autobuses para que sus seguidores viajen desde Cataluña hasta Argeles, una localidad de 10.000 habitantes situada a unos 26 km al norte de la frontera con Cataluña.
Al grito de "Independencia" y con banderas independentistas, varias docenas de entusiastas simpatizantes llenaron el martes un autobús con el rostro de Puigdemont estampado en un lateral y el lema "Cataluña necesita liderazgo".
Joana, de 61 años, se subió al autobús en la ciudad catalana de Lleida para apoyar al candidato: "Puigdemont es mi presidente y ganaremos", dijo.
Hay al menos seis autobuses diarios desde Cataluña para que los simpatizantes vayan a Argeles, y algunos días hasta 14, según el portavoz de Junts.
Puigdemont tiene previsto regresar pronto a España gracias a un controvertido proyecto de ley de amnistía presentado por el Gobierno nacional que eliminaría los antecedentes policiales de los independentistas catalanes después de que los partidos catalanes dieran al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los votos clave para formar gobierno el año pasado.
Puigdemont ha dicho que volverá a impulsar la independencia de Cataluña si recupera la presidencia regional. Si no lo hace, dijo, podría retirar su apoyo al gobierno nacional, liderado por los socialistas, si la próxima coalición gobernante catalana es una que no puede aceptar.
Se espera que la ley de amnistía sea aprobada por el Parlamento y entre en vigor a finales de mayo o principios de junio, coincidiendo posiblemente con la formación del próximo gobierno catalán.
Con información de Reuters
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