Proceso de paz puede continuar en medio de operaciones militares en Colombia, dice comandante del ELN

19 de septiembre, 2024 | 13.53

El proceso de paz entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia puede continuar aún en medio de las operaciones militares, dijo el jueves el máximo comandante del grupo rebelde, Antonio García, quien acusó al presidente Gustavo Petro de romper el diálogo.

El Gobierno suspendió el miércoles el diálogo de paz con el ELN, un día después de que un ataque con explosivos de ese grupo mató a dos militares y dejó heridos a 29 más en el departamento de Arauca, en el noreste del país, en la frontera con Venezuela.

"Aún en medio de las operaciones militares pueden continuarse los procesos de paz, eso han hecho en varios momentos diferentes gobiernos, ahora no puede ser la excepción", dijo García en su cuenta de X.

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"El ELN ha sido objeto de operaciones militares en su contra por parte de la Policía y las FFMM, pero nunca hemos dicho que el proceso de paz esté roto. Quien rompe es el presidente @petrogustavo con sus declaraciones", agregó.

Aunque la delegación del Gobierno aseguró que la viabilidad del proceso de paz quedó severamente lesionada por el ataque, dijo que solo podría ser recuperada con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN.

La decisión del Gobierno pone fin por ahora a la principal apuesta del presidente Gustavo Petro por la paz y al mayor esfuerzo del mandatario para terminar un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos, lo que provocará una intensificación de las hostilidades, según analistas.

Petro restableció la negociación con el ELN a finales del 2022 como parte de sus esfuerzos por alcanzar una paz total y acabar un violento conflicto que involucra facciones de las FARC por fuera de un acuerdo de paz del 2016 y a bandas criminales vinculadas con el narcotráfico.

CONGELAMIENTO PREVIO

Antes del ataque, el proceso enfrentaba una crisis desde hace meses por la decisión del Gobierno de iniciar un diálogo de paz con un frente armado que tiene presencia en el suroeste del país y que se separó del ELN.

La negociación se congeló y el grupo rebelde dio por terminada la suspensión unilateral de los secuestros que ofreció en medio del diálogo, lo que supone el regreso de uno de los delitos más temidos en medio del conflicto armado.

Desde que finalizó el cese bilateral al fuego, el ELN inició una ofensiva contra las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, al tiempo que reanudó los ataques con explosivos contra la red de oleoductos, principalmente el Caño Limón-Coveñas, provocando contaminación ambiental en ríos y quebradas por derrame de petróleo.

Las Fuerzas Armadas de Colombia también reiniciaron las operaciones ofensivas contra el grupo rebelde después de la finalización del cese bilateral al fuego que las partes no prorrogaron como se preveía.

El ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, cuenta con más de 6.150 integrantes, incluidos más de 3.300 combatientes, según fuentes de seguridad que afirman que el grupo se fortaleció militarmente y aumentó su control territorial en medio del diálogo de paz con Petro.

Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.

El actual Gobierno realizó varios ciclos de conversaciones de paz con el ELN con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile, que participaban como países garantes, pero sin alcanzar resultados concretos.

Con información de Reuters