(Por enviado especial) El papa Francisco reconoció hoy tener "un poco de frustración" por la continuidad de la guerra en Ucrania pese a los esfuerzos diplomáticos del Vaticano, al tiempo que planteó que se debe hacer "lo posible" para poner fin al conflicto y, consultado sobre los problemas migratorios de Europa, opinó que "hoy hay más conciencia del problema", pero rechazó que se trate a las personas "como un ping pong" con la política de repartos forzados.
"Algo de frustración se siente porque la Secretaría de Estado está haciendo de todo para ayudar con esto", reconoció el pontífice al ser consultado en conferencia de prensa al regreso de una visita de dos días a Marsella sobre si se sentía frustrado por los pocos avances en la negociación que lleva adelante el Vaticano a través del cardenal Matteo Zuppi, quien ya visitó Washington, Moscú, Beijing y Kiev para negociar el fin del conflicto en Ucrania.
En ese marco, luego de los pedidos de Ucrania para que la Santa Sede interceda ante lo que Kiev considera el robo masivo de menores de parte de Rusia, Francisco reconoció que "hay algo con los niños que anda bien", aunque sin dar más precisiones sobre el avance de las gestiones.
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"Me viene en mente que esta guerra está movida no solo por el problema ruso-ucraniano, sino para vender armas", enfatizó una vez más el pontífice al dialogar con los periodistas que lo acompañaron a la ciudad francesa, entre ellos un enviado de Télam.
En ese marco, Francisco denunció que "hoy las inversiones que dan más ganancias son las fábricas de armas, que son fábricas de muerte".
Para el Papa, así, "el pueblo ucraniano es un pueblo mártir, que tiene una historia martirizada, al que se hace sufrir, y no es la primera vez, ya sufrió tanto en tiempos de Stalin", desarrolló, en referencia a la época de la denominada dictadura comunista durante la Unión Soviética.
"No debemos jugar con el martirio de este pueblo, debemos ayudar a resolver las cosas", pidió el Papa.
Para Francisco, frente a las guerras, "lo real es lo posible".
"No hay que hacerse ilusiones de que los dos líderes en guerra mañana vayan a comer juntos. Debemos hacer lo posible", convocó el Papa.
Además, sin citar el reciente caso de Polonia, sostuvo que vio "que algún país se tira atrás, que no da armas, y comienza un proceso en el que el mártir será el pueblo ucraniano y esto es una cosa fea".
Tras una visita de dos días a Marsella centrada en pedir a Europa una mayor responsabilidad en la acogida de migrantes, el Papa destacó que, pese a que hace diez años ya llamó la atención sobre el mismo tema con su visita a Lampedusa, "hoy hay más conciencia del problema migratorio".
En esa línea, Francisco rechazó que se trate a las personas que llegan a Europa "como un ping pong" con los repartos forzados, ya que "tantas veces terminan en los campos de concentración, peor que antes".
"Sufren porque es el reino del terror allí, son esclavos y no podemos, sin ver las cosas, mandarlos de regreso como si fuera un ping pong", reclamó.
"Si no podés integrar al migrante en tu país, acompañalo e integralo en su país, pero no los dejes en las manos crueles de los traficantes de personas. El problema es que los mandamos de vuelta y quedan en las manos de los traficantes que les hacen tanto mal, los explotan, los venden", planteó luego.
Durante el diálogo con la prensa, el Papa propuso que "los pueblos vacíos" de los países que reciben más personas "hagan un esfuerzo por integrar".
"En Europa hay necesidad de mano de obra. Las migraciones bien conducidas son una riqueza", enfatizó.
El Papa, en su viaje 44 fuera de Italia como pontífice, se reunió este sábado durante media hora con el presidente francés Emmanuel Macron, aunque aclaró que no hablaron de la eutanasia, pese al proyecto que el mandatario enviará en los próximos días al Parlamento para buscar su legalización.
"Hoy no hablamos de este tema, hablamos la otra vez que nos encontramos cuando vino al Vaticano y le dije mi parecer de que con la vida no se juega, ni al inicio ni al fin", reveló Francisco sobre la reunión que tuvieron en octubre de 2022.
Así, el Papa consideró que con la eutanasia "hoy se cancela la vida de los ancianos, son viejos y no sirven" y criticó también otras iniciativas como "la muerte dulce y la selección antes del nacimiento".
Con información de Télam