Panameños votan en una elección presidencial plagada de contendientes

05 de mayo, 2024 | 10.01

Los panameños acuden a las urnas en las elecciones generales del domingo para elegir a uno de los ocho candidatos a ocupar el puesto de próximo presidente de la nación centroamericana y escoger a cientos de legisladores y funcionarios locales.

Después de semanas de eventos de campaña que incluyeron pegadizas canciones de reggaetón y artistas populares, más de tres millones de votantes decidirán quién está en mejor posición para solucionar los apremiantes problemas económicos de Panamá, abordar la corrupción y restaurar la reputación del país como paraíso para las inversiones.

Lidera las encuestas de opinión José Raúl Mulino, un exministro que reemplazó al popular exmandatario Ricardo Martinelli en la carrera presidencial después de que al exgobernante se le prohibiera postularse debido a una condena por lavado de dinero. Mulino ha prometido traer prosperidad y ayudar a mantener a Martinelli a permanecer fuera de la cárcel.

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Rómulo Roux, en su segundo intento de llegar a la presidencia, y el expresidente Martín Torrijos se han alternado en el segundo y tercer lugar. Le siguen de cerca Ricardo Lombana, quien también se postuló en los comicios pasados, y el actual vicepresidente José Gabriel Carrizo.

Las reglas electorales de Panamá no requieren una segunda vuelta, lo que hace que el resultado del domingo sea definitivo. Los equipos de campaña han dicho que enviarán voluntarios a las urnas para supervisar la votación y garantizar una elección justa.

No se prevé que ningún partido obtenga la mayoría en la Asamblea Nacional (Congreso). En estas elecciones se van a renovar un total de 885 cargos públicos.

Los diputados de diferentes partidos que respaldaron un controvertido contrato gubernamental con la minera canadiense First Quantum se han enfrentado a una reacción violenta que podría perjudicar sus aspiraciones de reelegirse.

Miles de panameños salieron a las calles el año pasado para protestar por el contrato de la mina Cobre Panamá, que según sus opositores carecía de garantías ambientales y estaba plagado de corrupción. La Corte Suprema dictaminó que el contrato era inconstitucional en noviembre.

El próximo gobierno tendrá que lidiar con un sistema de fondos de pensiones en problemas, altos niveles de deuda pública y la pérdida de ingresos por el cierre de la mina, que representaba alrededor del 5% del producto interno bruto.

La corrupción se ha convertido en un tema candente para los votantes. Los medios locales han informado recientemente sobre lucrativos préstamos estudiantiles y becas otorgadas a hijos de políticos y familias adineradas de alto perfil.

Después de que un récord de 520,000 migrantes cruzaron en 2023 la peligrosa jungla que conecta Panamá y Colombia, conocida como el Tapón del Darién, la migración también está en la mente de los votantes. Algunos candidatos han prometido abrir el paso terrestre, lo que podría aumentar el flujo migratorio, mientras otros quieren reforzar los controles para cerrarlo por completo.

La próxima administración también heredará los problemas que enfrenta el Canal de Panamá, cuyos ingresos cayeron después de que se vio obligado a cortar los cruces de barcos debido a una prolongada sequía.

Con información de Reuters