Mulino, el presidente electo de Panamá que quiere dejar su impronta

06 de mayo, 2024 | 14.10

El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, dijo a una multitud enfervorizada momentos después de ganar las elecciones generales del domingo que no era "el títere de nadie", tras haber llegado tarde a la carrera presidencial para sustituir a su exjefe, Ricardo Martinelli, a quien se le prohibió presentarse tras una condena por lavado de dinero.

Mulino es considerado un hombre rudo y menos carismático que el expresidente Martinelli, cuya popularidad lo llevó a la victoria el domingo. Antes de las elecciones, Mulino era conocido por su dura postura frente los manifestantes antigubernamentales como ministro de Seguridad en el gobierno de Martinelli (2009-2014).

Martinelli, que lideraba las encuestas antes de que se le prohibiera presentarse en marzo por una condena por blanqueo de capitales, hizo campaña por Mulino desde la embajada de Nicaragua, donde se le concedió asilo tras su condena.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

El resultado del domingo muestra que, al menos en las urnas, Mulino fue capaz de canalizar la popularidad de Martinelli, conocido cariñosamente como "El Loco", por su comportamiento a veces fuera de lo común para un presidente.

"Martinelli es Mulino y Mulino es Martinelli" fue incluso uno de los principales eslóganes de la campaña.

Pero gobernar a su sombra podría ser un reto diferente.

Mulino prometió poner más dinero en el bolsillo del panameño de a pie, construir un hospital público para mascotas y una gran línea de tren.

"No me río mucho, pero sé hacer las vainas (cosas) como tienen que hacerse", dijo Mulino durante su discurso en Ciudad de Panamá, la capital de la nación centroamericana sede del vital canal de navegación.

El presidente electo, que asumirá el 1 de julio, prometió que trabajaría estrechamente con el sector privado para impulsar la economía, pero sin dejar de lado a los pobres, uniendo al país y dejando atrás las diferencias con otros políticos para centrarse en el trabajo.

MARTINELLI, "QUERIDO AMIGO"

El exministro de Seguridad Pública ganó las elecciones con cerca del 34% del apoyo de los panameños.

También fue viceministro y ministro de Relaciones Exteriores en la década de 1990, bajo la presidencia de Guillermo Endara, quien asumió el poder tras la invasión estadounidense a Panamá en diciembre de 1989, que derrocó al dictador Manuel Noriega.

Mulino es conocido por su participación en la cruzada civil panameña para poner fin al gobierno de Noriega. Noriega gobernó de facto entre 1983 y 1989 y espió para Estados Unidos antes de que su narcotráfico y brutalidad desencadenaran una invasión para derrocarlo.

El presidente electo de Panamá se refirió el domingo a Martinelli como un "querido amigo", tras haberle prometido que le ayudaría a evitar la cárcel.

Mulino, casado y padre de cuatro hijos, ha concedido pocas entrevistas y no ha asistido a los debates presidenciales.

En una rara conversación, Mulino abordó las frecuentes tensiones entre el Gobierno y los sindicatos de profesores diciendo que "el Gobierno es el que manda", sólo para que un sindicato calificara su postura de arrogante.

Tras abandonar el gobierno de Martinelli, Mulino pasó unos seis meses en prisión preventiva por presunta malversación de fondos de un contrato con una empresa que vendía radares, aunque el caso fue sobreseído posteriormente.

El futuro político de Mulino también estuvo brevemente en peligro este año, cuando una abogada impugnó si su candidatura era siquiera válida, argumentando que el partido no le había elegido y que carecía de vicepresidente.

El máximo tribunal panameño falló a favor del candidato pocos días antes de las elecciones.

Con información de Reuters