El ejército israelí dijo el miércoles que no protegió a los civiles cuando los colonos perpetraron un ataque mortal contra un pueblo palestino de la Cisjordania ocupada, en medio de la creciente presión internacional sobre Israel para que reprima este tipo de violencia.
Cuatro sospechosos han sido detenidos por el ataque del 15 de agosto en la localidad de Jit, en el que un centenar de colonos quemaron autos y casas y mataron al menos a un palestino. Se prevén más detenciones, según el ejército.
En un informe sobre su investigación del incidente, el ejército israelí dijo que las tropas y la policía inicialmente no supieron gestionar la situación y deberían haber actuado con más decisión.
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"Se trata de un incidente terrorista muy grave en el que los israelíes se propusieron dañar deliberadamente a los residentes de la ciudad de Jit", declaró Avi Bluth, jefe del Mando Central del ejército. "Fallamos al no conseguir llegar antes para protegerlos".
El informe también indicó que miembros fuera de servicio de un equipo de seguridad de respuesta rápida de un asentamiento cercano llegaron uniformados sin autorización y "actuaron en contra de la autoridad definida para los miembros del equipo de respuesta rápida".
Dos miembros del equipo de respuesta rápida fueron sancionados y se les confiscaron las armas.
El ataque de Jit fue mayor que las recientes incursiones de los colonos de Cisjordania, pero no es único, ya que la violencia contra las aldeas palestinas está aumentando a medida que la construcción de asentamientos se ha extendido sin control por Cisjordania e Israel libra una guerra en Gaza tras un asalto transfronterizo de militantes palestinos.
Sin embargo, el incidente de Jit, que coincide con la creciente presión sobre Israel por parte de sus aliados occidentales para que frene la violencia de los colonos, suscitó críticas inusualmente duras también en Israel, incluso por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu y de los dirigentes de los asentamientos.
Con información de Reuters
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