(Por Dacil Lanza) La anunciada ofensiva terrestre israelí a gran escala en Gaza sigue retrasada por cuestiones "tácticas" y, mientras el gobierno de Benjamin Netanyahu afirma que uno de sus objetivos prioritarios son los rehenes en manos del grupo islamista Hamas, especialistas dijeron a Télam que pese a que su liberación es una "prioridad" para Israel, la incursión es inevitable y no será el último paso.
Desde el ataque de Hamas en el sur de Israel, el 7 de octubre, en el que murieron 1.400 personas, el gobierno del primer ministro Netanyahu declaró una "guerra" al grupo islamista con base en la Franja de Gaza y anunció una incursión terrestre.
Durante días, la ofensiva parecía inminente, pero el Ejército dijo esta semana que estaba demorada por cuestiones "tácticas" y luego confirmó que tanques y soldados ingresaron las últimas noches en el enclave palestino y realizaron operaciones "selectivas" de preparación.
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"Israel está en conversaciones con Qatar sobre la posibilidad para liberar a una gran cantidad de rehenes. Que podamos liberarlos es muy importante para nosotros", dijo a Télam el exmiembro de la Knesset (parlamento israelí) Ofer Shelah.
Para el político y excombatiente en la guerra con el Líbano de 1982 -experiencia que relató en el libro "Segunda Persona"-, los rehenes son "muy importantes en la opinión pública israelí" y a diferencia de otras veces en que los secuestrados eran soldados, en esta se trata de civiles, por eso es "un deber moral" recuperarlos", y su regreso tiene que ver con la "visión sobre la seguridad de Israel".
De todos modos, aseguró que esta operación "no se detendrá".
Los intercambios de rehenes anteriores entre Israel y Hamas se inclinaron a favor del grupo islamista, siendo uno de los casos más emblemáticos el de 2011, cuando el país hebreo entregó 1.027 prisioneros palestinos a cambio del soldado israelí Gilad Shalit.
En esta ocasión, Israel "ya no va a tener margen para esta lógica de mega canjes", lamentó el politólogo argentino Fabián Calle, que también consideró que la incursión es inevitable.
"Los rehenes son una prioridad, pero Israel tiene muy en claro que no puede detener la escalada meramente para proteger 200 de ellos. Desde ya que es una tragedia humana y que Hamas va mostrando todos los días en una especie de show del terror, porque los retuvo para eso, para manipular la opinión pública, pero Israel no va a tener la lógica que tuvo hasta ahora", dijo el especialista en temas internacionales.
La presión de los familiares de los rehenes para recuperarlos con vida opera en la opinión pública, que a su vez presiona sobre el Gobierno, pero no se ha informado oficialmente acerca de un plan para su liberación.
Según fuentes israelíes y extranjeras consultadas por el diario Haaretz el miércoles, hay negociaciones en curso para la liberación de un gran número de rehenes, que podría producirse en días.
En tanto, el vocero del Ejército israelí Roni Kaplan dijo a Tëlam que están "haciendo de todo y desde cada una de las organizaciones que están involucradas en esto, para liberarlos" porque esa "es la principal prioridad nacional".
"Estamos hablando de 224 personas en este momento", dijo Kaplan, quien también señaló que su país agradeció "a Egipto y a la Cruz Roja Internacional por la liberación de los últimos dos rehenes" esta semana.
En tanto, Hamas aseguró esta semana que cerca de 50 rehenes murieron a raíz de los constantes bombardeos israelíes.
Shelah ponderó la "mayor presión que hay sobre los líderes de Hamas", quienes ven que existe una posibilidad real de amenaza sobre sus capacidades y eso habilita la posibilidad de "un gran acuerdo que traería de vuelta tal vez todos los rehenes".
A su vez, estimó que cuando comience la incursión terrestre no habrá "ningún acuerdo sobre la mesa" y por eso deben avanzar hacia uno "parcial, pero significativo", que incluya por ejemplo, medidas humanitarias e incluso algunas liberaciones "antes de la operación terrestre".
"Luego espero que la operación ejerza suficiente presión sobre los líderes de Hamas para traer a de vuelta a los rehenes", dijo el investigador del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS).
Para Shelah, "la incursión terrestre no será la etapa final de la operación", sino que hay que "ver esto como una campaña prolongada, no va a terminar en una semana", a la vez que "incluirá operaciones aéreas, asesinatos selectivos de líderes" entre otros aspectos.
"Esta es la lección aprendida por los estadounidenses cuando lucharon en insurgencias en Irak o Afganistán. Esto es lo que tenemos que hacer. Y tomará tiempo", explicó.
En paralelo al tema de los rehenes, otro factor que, según los especialistas, incide en la demora de la incursión es la presión de Estados Unidos.
Esta semana, en medio de rumores sobre presiones estadounidenses para postergar la invasión, el ministro del gabinete de guerra israelí Benny Gantz negó ese supuesto y dijo el jueves que Israel "adopta decisiones según sus intereses".
En tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, aclaró el miércoles que no exigió a Netanyahu retrasar su incursión militar hasta que los rehenes sean liberados, pero aseguró: "Lo que le indiqué es que si es posible sacar a estas personas de forma segura, eso es lo que debe hacer".
Para Calle, "Estados Unidos le pide a Israel que lo espere para que pueda desplegar todas las defensas aéreas, fuerzas especiales, unidades navales... para proteger blancos estadounidenses como, por ejemplo, las instalaciones en Irak, Siria, el Golfo" para en caso de que el conflicto escale, EEUU pueda tener "un nivel de alistamiento alto'".
"Hay que tener en cuenta las necesidades de nuestros socios, en primer lugar de Estados Unidos, que fue muy generoso en su apoyo. Nos dijeron que debido a que están siendo atacados por proxies iraníes en todo el Medio Oriente, necesitaban tiempo para preparar su defensa", dijo Shelah.
La movilización de más de 300.000 reservistas israelíes para una Fuerza Armada de cerca de 225.000 hombres, la evacuación de los civiles israelíes del norte, en la frontera con el Líbano, y del sur, en la frontera con Gaza, son factores mencionados por Calle como parte de la demora de Israel.
"Hay también toda una tarea de ablandamiento de las posiciones de Hamas con estos ataques diarios aéreos o incursiones puntuales, para que cuando entren las fuerzas terrestres, la defensa de Hamas esté lo más debilitada posible", agregó.
Según Kaplan, mientras aguardan la orden de ingreso, las tropas israelíes se siguen entrenando y están "solicitando más intensamente" que los civiles del norte de la Franja de Gaza se desplacen al sur.
De todos modos, la ONU ya afirmó que el desplazamiento de más de un millón de personas de ese territorio al sur es una "evacuación imposible" debido a la falta de condiciones de seguridad e insumos básicos y porque los bombardeos israelíes también llegan al sur.
Kaplan agregó que los civiles gazatíes no se pueden movilizar porque "el Ministerio del Interior de Hamas solicitó que para apoyar a la nación islámica no se vayan".
El otro objetivo de la operación militar de Israel, además del rescate de rehenes, es la eliminación completa de la infraestructura de Hamas.
Sin embargo, el gobierno israelí aún no dio cifras de cuánto de esa infraestructura y a cuántos integrantes de Hamas alcanzó hasta el momento, mientras que desde la Franja aseguran que ya son más de 7.326 las víctimas fatales.
Al consultar a Kaplan por cuántos líderes del grupo ya habían abatido, aseguró: "No tengo un número preciso para dar y apenas tengamos lo vamos a informar. Y la razón por la cual no hemos informado es porque, efectivamente, no hay un número preciso".
Y en cuanto al objetivo pos incursión, agregó: "Lo que dicen en general los tomadores de decisiones es que no hay ningún tipo de intención de Israel de quedarse en la Franja de Gaza".
Con información de Télam