El Ejército israelí bombardeó hoy otra vez la Franja de Gaza y libró combates con milicianos de Hamas, tras afirmar que su ofensiva puso al movimiento islamista palestino "al borde de la disolución".
Organizaciones humanitarias expresaron renovados temores de que el asediado territorio palestino se vea desbordado por enfermedades y hambruna, y presionan a Israel para que aumente la protección de los civiles.
Los combates arreciaron hoy en la Franja de Gaza, y Hamas aseguró que hubo enfrentamientos en el centro de Franja, mientras testigos reportaron bombardeos israelíes en el sur del territorio costero de 2,3 millones de personas.
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Israel bombardeó la ciudad de Khan Yunis, la más grande del sur de Gaza y actual epicentro de los combates, así como Rafah, fronteriza con Egipto, donde se refugian decenas de miles de palestinos desplazados del norte por los combates.
"Hamas está al borde de la disolución, las Fuerzas de Defensa Israelíes están ocupando sus últimos bastiones", aseguró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
La escalada de violencia comenzó el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamas se infiltraron en Israel desde Gaza, asesinaron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se llevaron a 240 rehenes, incluyendo una veintena de argentinos.
Unos 80 rehenes fueron liberados el mes pasado en virtud de una tregua de una semana mediada por Qatar, a cambio de la excarcelación de cientos de mujeres y adolescentes palestinos presos en Israel.
Más de 18.00 personas, en su mayoría niños y mujeres, murieron desde el 7 de octubre en bombardeos israelíes en Gaza, y casi 50.000 resultaron heridos. Unos 1,9 millones de palestinos -el 80% de la población del territorio- tuvieron que abandonar sus casas.
El jefe del Ejército israelí, Herzi Halevi, estuvo ayer el centro de Khan Yunis, donde dijo que sus fuerzas estaban "asegurando nuestros logros en el norte de la Franja de Gaza, la entrada a la parte sur de la Franja y también en lo profundo bajo tierra".
Intensos bombardeos y combates en el sur, donde Israel había urgido a los civiles ir por su seguridad, les dejaron pocas opciones a dónde refugiarse.
El palestino Umm Mohammed al-Jabri perdió siete hijos en un bombardeo aéreo en Rafah, a donde huyó desde la norteña Ciudad de Gaza.
"Me quedan cuatro hijos", declaró Jabri, de 56 años, a AFP.
"Anoche bombardearon la casa donde estábamos y la destruyeron. Dijeron que Rafah sería un sitio seguro. No hay sitio seguro", agregó.
Los civiles en Gaza enfrentan una situación "catastrófica", afirmó ayer el jefe diplomático de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, al comparar la situación del territorio con la de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Los servicios de salud están devastados y solo 14 de los 36 hospitales de Gaza funcionan, según OCHA, la agencia humanitaria de la ONU.
Ante creciente presión por hacer más por los civiles, Israel anunció el lunes que abriría un puesto de control adicional para inspeccionar los camiones antes de su entrada en Gaza.
La medida deberá permitir la llegada de más asistencia al territorio arrasado.
Israel aclaró que eso no implicará la apertura de nuevos cruces fronterizos. Los pasos de Nitzana y Kerem Shalom serán utilizados para revisar los camiones de ayuda antes de que transiten por Rafah.
La Asamblea General de la ONU tiene previsto hoy una resolución no vinculante que pide "un alto el fuego humanitario" en Gaza, un llamado que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha podido votar.
Estados Unidos, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, usó la semana pasada su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir la aprobación de un llamado a cesar los combates.
Para aumentar la presión, países árabes convocaron una sesión de la Asamblea General luego de que numerosos embajadores de países del Consejo de Seguridad visitaran la frontera de Rafah.
El borrador del texto reproduce en gran parte la resolución bloqueada el viernes por Estados Unidos.
En tanto, crece el temor de una conflagración regional, luego de que grupos apoyados por Irán atacaran a fuerzas estadounidenses y aliadas en Irak y Siria en apoyo a Hamas.
En la frontera de Israel con Líbano hay escaramuzas e intercambios de disparos diarios entre el Ejército israelí y el movimiento islamista libanés Hezbollah.
Dos bases de la coalición internacional contra el Estado Islámico en Irak y Siria fueron atacadas el lunes por un dron y cohetes, dijo un cargo militar estadounidense.
Además, bombardeos israelíes mataron a un funcionario en el sur de Líbano, informó la agencia de noticias estatal libanesa ANN.
Una huelga general en Cisjordania en solidaridad con Gaza, mantuvo ayer cerradas tiendas, escuelas y oficinas gubernamentales en esos otros territorios palestinos, que están ocupados y colonizados por Israel.
Más de 250 palestinos han muerto en Cisjordania desde el 7 de octubre en ataques del Ejército y de colonos israelíes, según el Gobierno autónomo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Con información de Télam