(Agrega declaraciones de Israel y de funcionaria de la ONU Kaag)
El secretario general de la ONU, António Guterres, prevé reunirse hoy en Nueva York con los principales donantes de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa) ante el aluvión de suspensiones de ayuda financiera que sufrió el organismo tras las acusaciones de que algunos de sus empleados habrían estado implicados en el ataque homicida del grupo islamista palestino Hamas el 7 de octubre en Israel.
El portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, anunció el encuentro, después de informar que el secretario general se reunió ayer con la representante permanente de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, que también mantuvo una reunión con la recientemente designada Coordinadora Superior de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción de la ONU para la Franja de Gaza, Sigrid Kaag.
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"Es necesario apoyar el importante trabajo humanitario que realiza la ONU, no solo en Gaza, sino en toda la región. La vida de las personas depende de ello", remarcó el portavoz durante una conferencia de prensa tras ser preguntado sobre cuál es el mensaje que Guterres llevará a los donantes.
Por su parte, Kaag, tras una reunión a puertas cerradas con el Consejo de Seguridad, dijo que "no hay forma de que ninguna organización pueda reemplazar o sustituir (la) tremenda capacidad, el tejido de la Unrwa: la habilidad y su conocimiento de la población en Gaza".
La Unrwa se encuentra en el centro de una controversia después de que Israel denunció que varios funcionarios de esa agencia participaron en los ataques a Israel perpetrados por Hamas, en los que asesinaron a unas 1.200 personas, además de secuestrar a otras 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
Más de 26.700 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron desde entonces en bombardeos israelíes y combates en Gaza, y más de 65.000 resultaron heridos, según los últimos datos del Ministerio de Salud local.
Estados Unidos, que es el mayor donante de la agencia, recortó la financiación durante el fin de semana, seguido por otros ocho países, entre ellos Reino Unido, Alemania e Italia. Esos nueve países proporcionaron casi el 60% del presupuesto de la Unrwa en 2022.
El domingo, Guterres llamó a todos los países a mantener su financiación al organismo y dijo además que de los 12 empleados acusados por Israel, nueve fueron despedidos inmediatamente, uno fue confirmado muerto y "la identidad de los otros dos está siendo aclarada".
La Unrwa tiene 13.000 empleados en Gaza, casi todos ellos palestinos.
"Tenemos un proceso de rendición de cuentas en marcha. Mientras eso sucede, la gente necesita sobrevivir y necesitamos un apoyo continuo a la Unrwa y a todo nuestro trabajo humanitario", sostuvo hoy el vocero de Guterres, citado por la agencia de noticias Europa Press.
"Ninguna otra organización aparte de la Unrwa tiene la infraestructura para hacer el trabajo que ellos hacen", remarcó Dujarric, considerando que la redirección de estas ayudas a otras agencias no solucionará la problemática.
En tanto, Israel acusó hoy a la agencia de la ONU de permitir a Hamas que usen sus instalaciones en Gaza para realizar "actividades militares".
"La Unrwa es una fachada para Hamas" y "se vio comprometida (con esa organización) de tres maneras: contratando terroristas masivamente, dejando usar sus instalaciones para actividades militares de Hamas y apoyándose en Hamas para la distribución de la ayuda (humanitaria) en la Franja de Gaza", afirmó el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, en una declaración difundida por video.
"Alrededor del 10% de los empleados (de la Unrwa) son miembros de Hamas" o de "Yihad Islámica", otro movimiento islamista de Gaza, y "alrededor del 50% son parientes de primer grado de esos miembros", afirmó Levy, quien no aportó pruebas al respecto.
En este contexto, casi una veintena de ONGs se unieron para pedir a los gobiernos que mantengan la financiación de dicha agencia.
"Las actividades criminales no deben quedar impunes. Pero la discusión actual solo sirve para desviar la atención de lo que realmente ocurre cada día, cada hora, cada minuto en Gaza", declaró hoy el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, citado por la agencia de noticias AFP.
Lindmeier recordó que el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó a los donantes "a no suspender el financiamiento de la Unrwa en este momento crítico" porque "solo perjudicará a la población de Gaza que necesita desesperadamente de ayuda".
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, calificó la decisión de aquellos países que retiraron sus fondos a la entidad como "decisión errónea".
En una conferencia de prensa, el diplomático dijo hoy que "en lugar de investigar las informaciones disponibles sobre la vinculación de alguno de los empleados de la ONU a estas acciones terroristas inaceptables", están impulsando un "castigo colectivo" a la Unrwa y sobre todo, a los palestinos.
La institución proporciona servicios básicos, desde atención médica hasta educación, a familias palestinas que huyeron o fueron expulsadas de lo que hoy es Israel durante una guerra en 1948 motivada por la creación del estado israelí.
Los refugiados palestinos son unos 6 millones, y viven en campamentos urbanizados en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania y en Jordania, Líbano y Siria. En Gaza constituyen la mayoría de la población.
Los refugiados son una de las cuestiones centrales del conflicto entre palestinos e israelíes, además de la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén este, territorios que los palestinos reclaman desde 1947 para fundar su estado independiente.
Los palestinos exigen que los refugiados tengan derecho a retornar a las tierras donde vivían en lo que hoy es Israel. Israel se niega, por temor a una avalancha de juicios por esas propiedades.
La Unrwa amplió sus operaciones durante el conflicto entre Israel y Hamas.
Con información de Télam