El ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al Maliki, dijo hoy que cree que Hamas aceptará un nuevo Gobierno "tecnocrático" en los territorios palestinos en vez de una coalición que incluya al propio movimiento islamista, que controla la Franja de Gaza desde 2007.
"Ahora no es el momento de un gobierno de coalición nacional", dijo Maliki en una conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, y agregó que "ahora no es el momento de un gobierno del que Hamas forme parte" porque, de ser así, "será boicoteado por varios países, como sucedió antes".
"No queremos estar en una situación como esa. Queremos ser aceptados y comprometernos plenamente con la comunidad internacional", añadió a la asociación de corresponsales de la ONU.
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Según Maliki, la prioridad ahora es involucrar a la comunidad internacional para proporcionar ayuda de emergencia a los palestinos y luego estudiar cómo se podría reconstruir Gaza.
"Lo primero es saber cómo salvar la situación, cómo salvar vidas palestinas inocentes, cómo detener esta guerra insensata y cómo proteger al pueblo palestino", dijo, citado por la agencia de noticias AFP.
"Por eso creo que Hamas debería entenderlo y creo que apoyan la idea de establecer un gobierno tecnocrático", añadió.
El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, anunció el lunes la renuncia de su ejecutivo, que era parte del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que gobierna el territorio palestino de Cisjordania, pero que no controla en su totalidad porque es ocupado por Israel desde 1967.
Shtayyeh justificó su decisión en lo que considera una necesidad de establecer un cambio en las autoridades palestinas cuando termine la guerra entre Israel y Hamas en Gaza.
"La próxima etapa requiere nuevas medidas gubernamentales y políticas que tengan en cuenta la nueva realidad en la Franja de Gaza (...) y la necesidad urgente de un consenso interpalestino", urgió el lunes Shtayyeh desde Ramallah, la capital de Cisjordania.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, aceptó la renuncia que le presentó Shtayyeh, jefe del gobierno desde 2019.
Sin embargo, Abbas le pidió a Shtayyeh y a su ejecutivo "que permanezca interinamente en sus cargos hasta la formación de un nuevo gobierno", según informó en un comunicado la Presidencia de la ANP.
La renuncia acentuó la presión sobre Abbas para reformar el liderazgo político palestino de cara a la "posguerra" de Gaza.
La reforma de la ANP es largamente reclamada por la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, que desea que ese órgano de gobierno autónomo se quede con el control de Gaza tras una eventual derrota de Hamas contra Israel.
La ANP, creada en virtud de acuerdos de paz interinos entre israelíes y palestinos a principios de la década de 1990, administra partes de Cisjordania, mientras que Hamas gobierna la Franja de Gaza desde 2007, año en que también expulsó a las fuerzas de Abbas.
El presidente Abbas ha dejado claro que le gustaría que la ANP gobernara el enclave después de la guerra.
Sin embargo, el mandatario, de 88 años, elegido por última vez en 2005, es profundamente impopular entre los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también ha rechazado esa idea y presentó este mes una propuesta para que Israel mantenga un control de seguridad indefinido en la Franja de Gaza y que funcionarios palestinos -que no deben pertenecer a Hamas ni a la ANP- queden a cargo de los asuntos civiles.
La decisión de Shtayyeh y su gobierno indica la voluntad de los líderes palestinos respaldados por Occidente de aceptar una reorganización que podría dar paso a reformas buscadas por Estados Unidos, a medida que se intensifican negociaciones internacionales para lograr un alto el fuego en Gaza.
La ANP está acusada de estar tomada por la corrupción, según los propios palestinos, Estados Unidos y otros críticos.
Los palestinos rechazan ese papel limitado y buscan un Estado independiente en Cisjordania, Jerusalén este y Gaza, zonas capturadas por Israel en una guerra contra países árabes en 1967.
La guerra en la Franja de Gaza estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240 en el sur de Israel, entre ellos una veintena de argentinos.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre para "aniquilar" a Hamas, en la cual murieron casi 30.000 habitantes de Gaza, en su gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
Con información de Télam