(Por Camil Straschnoy) Amputaciones sin anestesia general, vinagre como desinfectante de heridas y respiradores e incubadoras que deben ser apagados por falta de electricidad, son algunos de los tantos problemas que tiene el personal sanitario que trabaja en la Franja de Gaza durante este primer mes de la nueva escalada de violencia entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas.
"La situación de los hospitales es catastrófica y dantesca", indicó David Cantero, coordinador general de Médicos sin Fronteras (MSF) en los territorios palestinos ocupados, ante una pregunta de Télam en el marco de una conferencia virtual de prensa organizada por la ONG, en la que se insistió en exigir un "cese inmediato los bombardeos y del derramamiento de sangre".
A un chico de nueve años le amputaron medio pie solamente con sedación, sin anestesia general, que escasea ante el asedio al enclave profundizado por Israel como represalia a la incursión de Hamas sobre su territorio el 7 de octubre pasado y que limita el acceso de la ayuda humanitaria.
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La intervención se hizo frente a su madre y hermana en el piso, ya que el quirófano no tiene más espacio, con el anestesista manteniendo abierta la boca del chico para que no se ahogue. Todo esto ocurrió en el hospital Al Shifa, el centro médico más grande de Gaza, que quedó esta semana en el centro de la información por el bombardeo letal israelí contra una caravana de ambulancias en sus inmediaciones en un ataque que generó una condena internacional.
"Los hospitales están al límite, al borde del colapso, con el personal trabajando en turnos imposibles y casi sin descanso", explicó Cantero desde Jerusalén.
"Se están racionando tanto la electricidad como los medicamentos. Nos han dicho que han tenido que elegir entre apagar ciertos respiradores y ciertas incubadoras para reducir el consumo eléctrico", precisó y dijo que el personal sanitario se quedó sin analgésicos y racionando la sedación.
"Los últimos testimonios que nos llegaron hace un par de días es que estaban básicamente desinfectando heridas con vinagre. Nos dieron también otro ejemplo de un niño completamente quemado, al que tenían que cambiarle los vendajes y no podían darle ningún tipo de calmante para hacerlo", graficó.
"El mayor porcentaje de heridas se corresponden con quemaduras. Varios de nuestros compañeros nos han comunicado que el proceso de cura de estas quemaduras es totalmente deficiente porque no hay vendas", completó por su parte Raúl Incertis, anestesista de MSF que fue evacuado hacia el sur de la Franja de Gaza.
En ese sentido, explicó que es "alarmante" la falta de insumos para hacer el proceso por el que se quita tejido muerto por las quemaduras, doloroso y sensible ante la posibilidad de infecciones que agraven el cuadro.
Por todo esto, MSF exige "un cese al fuego que sea inmediato, duradero e incondicional", manifestó Cantero. "Tiene que parar esta masacre, esta matanza indiscriminada de población civil", añadió.
El coordinador mencionó la cifra de 10.000 muertos desde el inicio de esta guerra, número que comunicó el Ministerio de Salud en la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, y precisó que dos tercios son mujeres y niños, además de unos 25.000 heridos.
"Hemos sobrepasado la barrera de 4.000 niños asesinados en cuatro semanas. Eso quiere decir que sabemos que han asesinado a mil niños por semana. Pero tenemos que poner cara y ojos a estos números. No son cifras. Son personas", exclamó.
El responsable de la ONG también insistió con pedir "la entrada masiva y sin restricciones de ayuda humanitaria", que hoy ingresa a cuentagotas por el paso de Rafah, el único que conecta el enclave con Egipto.
"Han entrado camiones, pero estamos contándolos por decenas al día. En una situación normal entraban entre 300 y 500 camiones al día en la Franja de Gaza, entonces tenemos que dejar de hablar de decenas, y empezar a hablar de cientos de camiones diarios que deben entrar con agua, medicinas, comida y combustible", reclamó.
Hasta hoy no ingresó nada de combustible, necesario para hacer funcionar los generadores eléctricos y la plantas desalinizadoras, con lo cual el agua potable que hay hoy en la Franja de Gaza es casi nula, lo que agrava la situación previa a esta nueva escalada en la región cuando el agua limpia ya era muy escasa, de acuerdo a lo que alertó en varias ocasiones la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cantero, que también advirtió sobre el "deterioro" de la situación en Cisjordania, comentó que el sistema de tratamiento de aguas residuales, que ya era "muy deficiente" antes de esta guerra, ahora "ha sido destruido, con lo que todas estas aguas residuales estarán en los centros habitacionales".
"Sabemos que no hay recolección de basura desde el inicio de la guerra. Imaginemos lo que puede pasar. Ya nos han dicho que hay muchísimos casos de niños con diarreas, con enfermedades respiratorias y ayer leía los primeros casos de varicela. Hay que hacer una grandísima llamada a atención a lo que puede pasar en términos de epidemias", remarcó.
Con información de Télam