Corea del Sur se ha ganado los elogios internacionales por sus esfuerzos en materia de reciclaje, pero mientras se prepara para acoger las conversaciones para un acuerdo mundial sobre residuos plásticos, los expertos afirman que el planteamiento del país pone de manifiesto sus límites.
Cuando la semana que viene se inicien en Busan las conversaciones conocidas como INC-5, se espera que el debate gire en torno a si un tratado de la ONU debería tratar de limitar la cantidad de plástico que se fabrica.
Los detractores de este planteamiento, entre los que se encuentran grandes productores de plástico y petroquímicos, como Arabia Saudí y China, han argumentado en rondas anteriores que los países deberían centrarse en asuntos menos polémicos, como la gestión de los residuos plásticos.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Corea del Sur afirma que recicla el 73% de sus residuos plásticos, frente al 5% a 6% de Estados Unidos, y el país podría parecer un modelo para un planteamiento de gestión de residuos.
La revista bimensual MIT Technology Review ha calificado a Corea del Sur como "una de las mejores economías de reciclaje del mundo" y el único país asiático de los 10 primeros en su Índice de Futuro Verde de 2022.
Sin embargo, algunos activistas medioambientales y miembros del sector de gestión de residuos afirman que las cifras de reciclaje no lo dicen todo.
La tasa del 73% declarada por Corea del Sur "es una cifra falsa, porque solo cuenta los residuos plásticos que llegan a la planta de reciclaje; no sabemos si se reciclan, se incineran o se depositan en vertederos", afirma Seo Hee-won, investigador del grupo activista local Climate Change Center.
Greenpeace calcula que Corea del Sur solamente recicla el 27% del total de sus residuos plásticos. El Ministerio de Medio Ambiente afirma que la definición de residuo, los métodos de reciclaje y el cálculo estadístico varían de un país a otro, lo que dificulta una evaluación uniforme.
La generación de residuos plásticos en Corea del Sur aumentó de 9,6 millones de toneladas en 2019 a 12,6 millones de toneladas en 2022, un salto del 31% en tres años debido en parte al aumento de los envases de plástico de alimentos, regalos y otros pedidos en línea que proliferaron durante la pandemia, según los activistas. Aún no se han publicado los datos correspondientes a 2023.
Una cantidad significativa de ese plástico no se recicla, según fuentes de la industria, el Gobierno y activistas, a veces por razones económicas.
En un centro de reciclaje de plásticos clausurado en Asan, a unos 85 kilómetros al sur de Seúl, se encuentra una montaña de unas 19.000 toneladas de residuos plásticos no tratados finamente triturados, que emite un olor ligeramente nocivo. Fuentes locales dijeron que el propietario había tenido problemas de dinero, pero no pudieron dar más detalles.
"Probablemente se necesiten más de 2.000 o 3.000 millones de wones (entre 1,43 y 2,14 millones de dólares) para retirarla", dijo un representante del gobierno regional de Asan. "Se cree que el propietario no puede pagar, por lo que la limpieza es de baja prioridad para nosotros".
Reuters ha informado de que más del 90% de los residuos plásticos se tiran o incineran porque no hay una forma barata de reutilizarlos, según un estudio de 2017.
(1 dólar = 1.399,49 wones)
Con información de Reuters