Cuando faltan menos de tres meses de los Juegos Olímpicos de París, los atletas brasileños en el devastado estado sureño de Rio Grande do Sul están renunciando a sus sueños de competir y quedándose en casa para ayudar con el rescate de las víctimas de las graves inundaciones.
Los remeros Evaldo Becker y Piedro Tuchtenhagen, que competirán en la fase de clasificación para los Juegos Olímpicos en la categoría de doble scull ligero, decidieron abandonar su ambición deportiva y unirse a los voluntarios que salvan a los vecinos varados, les buscan refugio y les distribuyen ayuda.
"Dije: Piedro, ya no puedo hacerlo más", dijo Becker a Reuters por teléfono.
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"Los Juegos Olímpicos son el sueño de nuestras vidas, pero hoy no podemos vernos abandonando nuestro estado", afirmó Tuchtenhagen.
Su entrenamiento se vio interrumpido por las inundaciones que anegaron las calles de la capital del estado, Porto Alegre, después de que el río Guaiba se desbordara. Entonces comenzaron a ayudar a distribuir donaciones y rescatar a familias y sus mascotas.
"Ni siquiera lo pensé dos veces. Era mi última oportunidad de llegar a los Juegos Olímpicos. Estaba emocionado. Pero las aguas de la inundación me quitaron el sueño al igual que se llevaron vidas", dijo Becker.
La nadadora Viviane Jungblut, que ya se clasificó para la carrera en aguas abiertas, también se retiró y dijo en las redes sociales que pondría sus esfuerzos en las operaciones de rescate y recuperación.
El campeón mundial y olímpico de surf Italo Ferreira, natural de São Paulo, fue a Rio Grande do Sul para ofrecerse como voluntario en las labores de rescate. También se sumó el entrenador de la selección olímpica masculina de judo de Brasil, Antonio Carlos Kiko Pereira.
Con información de Reuters
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