El comandante de las Fuerzas Armadas de Francia, general Eric Ozanne, confirmó hoy que el 31 de diciembre completarán la salida de los 1.400 soldados galos que permanecen aún en Níger tras el golpe de Estado de finales de julio que sumió al empobrecido país africano en una grave crisis institucional y el peligro de sufrir una nueva guerra civil.
El compromiso anunciado a finales de septiembre por el presidente francés, Emmanuel Macron, de salir definitivamente de Níger antes de 2024 "se cumplirá", remarcó Ozanne en rueda de prensa en Niamey, la capital nigerina, junto al jefe del Estado Mayor del Ejército de Níger, coronel Mamane Sani Kiaou.
"Trabajamos juntos desde hace años, les pedimos que se marcharan y nos gustaría que todo vaya bien", expresó de su lado Kiaou, según recogió la cadena francesa de televisión TF1 y publicó la agencia de noticias Europa Press.
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El militar indicó que han salido ya del país unos 280 soldados franceses y se espera que para la próxima semana comiencen "los grandes flujos logísticos".
En ese sentido, dijo que la retirada se producirá de "forma coordinada". "Tenemos el mismo objetivo, no siempre estamos de acuerdo en todo, pero hablamos entre nosotros, hacemos arreglos, nos comprometemos, ocurre con profesionalismo y con el objetivo de encontrar soluciones", destacó.
Un grupo de militares liderado por Abdourahmane Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial, destituyó a finales de julio mediante un golpe de Estado al presidente Mohamed Bazoum, retenido en el Palacio gubernamental desde entonces y objetivo de una liberación frustrada en la víspera, según las autoridades nigerinas.
Semanas atrás, Macron, denunció que su embajador en Níger fue tomado como "rehén" por los militares golpistas y "se le niega la comida", en otra declaración que recrudeció la tensión entre ambos países, cuya relación se deterioró desde la asonada castrense.
Preguntado sobre una posible repatriación del diplomático, reiteró que hará "lo que se acordó junto con el presidente Mohamed Bazoum, porque es la autoridad legítima y hablo con él todos los días".
Pocos días antes, Francia exigió a la junta militar la "inmediata" liberación de Stéphane Jullien, un funcionario galo detenido por las fuerzas de seguridad.
Esto se produjo después de que Francia iniciara la retirada de los cerca de 1.500 militares que tenía desplegados tras la cancelación de acuerdos de cooperación bilateral en Defensa.
La junta golpista acusó entonces a Francia de utilizar a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) para llevar a cabo una intervención militar en el país.
El 26 de julio, un grupo de oficiales nigerinos destituyó a Bazoum alegando "ineptitud y el continuo deterioro de la seguridad".
Dos días después, Tchiani asumió la presidencia de facto.
Níger, una excolonia francesa, rompió los acuerdos con Francia en materia militar.
La junta insurrecta tildó entonces de "paternalistas e intervencionistas" las declaraciones de Macron, a quien acusó de crear divisiones tanto en el país como en el continente africano "para perpetuar su control neocolonial".
Situado en el corazón de la región del Sahel, Níger es considerado como uno de los países más pobres y conflictivos del mundo, al grado de haber registrado ya cinco golpes de estado y dos guerras civiles, con la inminencia de una tercera ante la gravedad del conflicto.
En 2021, más de 10 millones de personas, equivalentes a 48,8% de la población, estaban en situación de pobreza, según datos del Banco Mundial.
Ese año hubo cuatro golpes de estado en África, la mayor cantidad en un solo año en dos décadas.
Con información de Télam