Equipo del opositor Navalny denuncia que el cuerpo es retenido por Rusia para "cubrir sus huellas"

17 de febrero, 2024 | 12.59

El equipo que trabajó con Alexey Navalny, muerto ayer en prisión, denunció hoy que el cuerpo del líder opositor ruso no fue entregado a la familia y acusó a los "asesinos" de "querer cubrir sus huellas", en medio del silencio oficial sobre el hecho que generó protestas y acusaciones de las potencias occidentales contra el Kremlin sobre su responsabilidad.

La portavoz del opositor, Kira Yarmish, indicó que la madre de Navalny, Liudmila Navalnaya, fue notificada de que murió ayer a las 14:17 locales (6:17 de Argentina) y pidió que sus restos sean entregados a la familia "inmediatamente".

Las autoridades indicaron que el cuerpo estaba en Salejard, una localidad cercana a la prisión del Ártico donde Navalny estaba recluido para cumplir una sentencia de 19 años.

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Sin embargo, el equipo afirmó que su abogado, que llegó hoy a esta ciudad junto a la madre del opositor, llamó a la morgue y fue informado de que "el cuerpo no está" allí, consignó la agencia de noticias AFP.

"Es evidente que los asesinos quieren cubrir sus huellas y por eso no entregan el cuerpo, ocultándoselo incluso a su madre", afirmó su entorno en una publicación en Telegram.

Yarmish indicó en la red social X (antes Twitter) que los investigadores le comunicaron al abogado que los resultados de un nuevo examen al que se someterá el cadáver no estarán disponibles hasta la próxima semana, y la vocera acusó a los funcionarios de "mentir" para retener sus restos y evitar entregárselos a su familia.

"Navalny fue asesinado", añadió la portavoz, exiliada como muchos disidentes para evitar la cárcel.

Las principales potencias occidentales, desde Estados Unidos, pasando por Alemania, España, Francia y el Reino Unido lamentaron ayer la muerte de Navalny, de 47 años, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Moscú deberá responder a "serias preguntas" por su fallecimiento.

Los ministros de Relaciones Exteriores de los miembros del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reunidos en la Conferencia de Seguridad en Múnich, guardaron un minuto de silencio, indicó la oficina del canciller italiano, Antonio Tajani.

Por su parte, China, aliado cada vez más importante del Kremlin, declinó comentar la muerte al argumentar que se trata de un "asunto interno de Rusia".

El presidente ruso, Vladimir Putin, tampoco comentó sobre el deceso de su principal opositor, pero el Kremlin consideró "totalmente inaceptables" las acusaciones de las potencias occidentales.

"Todavía no se realizó un examen forense, pero Occidente ya sacó conclusiones", señaló ayer la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, según la agencia de noticias oficial rusa TASS.

Las autoridades rusas brindaron pocos detalles de las circunstancias del deceso y se limitaron a asegurar que se hicieron todos los esfuerzos para reanimar al opositor.

El gobierno británico convocó ayer a los diplomáticos de la embajada de Rusia para "dejar claro que hacían totalmente responsable" a Moscú del deceso.

El ministro consejero de la embajada rusa en Londres, Alexandr Gusarov, rechazó lo planteado en esa citación: "Reino Unido hizo una serie de evaluaciones parciales y alejadas de la realidad de la situación relacionada con la muerte del ciudadano Navalny, y también trató sin razón alguna de culpar a las autoridades rusas por lo sucedido", indicó en un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.

"Rusia, por su parte, destacó con firmeza la inadmisibilidad de los intentos británicos de interferir en los asuntos puramente internos de nuestro país", añadió.

Mientras tanto, memoriales improvisados y pequeñas protestas en homenaje en Rusia fueron rápidamente disueltos por la policía.

La organización OVD-Info indicó hoy que "más de 340 personas fueron detenidas" en treinta ciudades, la mayoría en San Petersburgo, en el noroeste, y en la capital, Moscú.

En Europa y Estados Unidos, centenares de personas también se reunieron ayer por la noche para homenajear al opositor político. En la capital polaca, Varsovia, algunos manifestantes corearon "Putin, asesino" y "Nunca olvidaremos, nunca perdonaremos".

Frente a la embajada rusa de Berlín se escucharon gritos de "¡Putin, asesino! ¡Putin a La Haya!", donde tiene su sede la Corte Internacional de Justicia.

También se organizó una concentración frente a la representación rusa en Washington y lo mismo se replicó en otras ciudades.

Navalny, abogado y bloguero, se consolidó a lo largo de 12 años como el detractor número uno de Putin y de su "partido de ladrones y estafadores", como solía describirlo.

Primero se dio a conocer ayudando a organizar grandes manifestaciones, en 2011 y 2012, que finalmente fueron reprimidas, y en 2013 quedó segundo en las elecciones municipales de Moscú, un logro que impulsó su visibilidad.

Acosado por las autoridades e ignorado por los medios de comunicación oficiales, construyó una notoriedad en Internet y en las redes, gracias a la difusión de investigaciones en video virales que denunciaban la corrupción del poder ruso.

En enero de 2021 fue detenido al regresar a su país tras recuperarse en Alemania, donde fue hospitalizado tras ser víctima de un envenenamiento en Rusia que atribuyó a Putin, algo que el Kremlin negó.

Desde su arresto fue condenado a altas penas de cárcel tras ser acusado de "extremismo" y "fraude".

En agosto del año pasado fue condenado a 19 años de prisión y hasta mediados de diciembre estuvo detenido en una cárcel de máxima seguridad cerca de Moscú hasta que fue trasladado a Jarp, en el Ártico ruso.

Desde más de dos años y medio alternaba temporadas bajo aislamiento con condiciones de detención restrictivas.

Opositor acérrimo de Putin, quien siempre se negó a pronunciar su nombre, convocó una protesta contra el mandatario en los centros de votación del país durante las elecciones que se realizarán del 15 al 17 de marzo.

En esos comicios los principales políticos críticos con el gobierno están vetados: la comisión electoral bloqueó a Boris Nadezhdin, un antibelicista considerado férreo opositor a Putin, al argumentar irregularidades en las firmas recolectadas para apoyar su candidatura.

Con información de Télam