El Congreso de Perú aprobó el jueves la propuesta del Gobierno de dar luz verde a un acuerdo alcanzado con Estados Unidos y que permitirá interceptar avionetas sospechosas de transportar drogas ilegales, tras permanecer suspendida estas operaciones por más de dos décadas debido a un accidente con una aeronave.
Washington suspendió en el 2001 su apoyo para ubicar avionetas bajo sospechas después de que la Fuerza Aérea peruana derribó una nave al confundirla con una de narcotraficantes, lo que provocó la muerte de dos ciudadanos estadounidenses.
"Aplaudo la reciente decisión del Congreso, que aprueba el acuerdo de interceptación aérea entre el Perú y los Estados Unidos, que coadyuvará a enfrentar el tráfico ilícito de drogas y los desafíos de la delincuencia organizada transnacional", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, a través de X tras la aprobación legislativa.
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El nuevo pacto de colaboración fue anunciado en agosto por el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte.
En otro mensaje por X, la cancillería de Lima afirmó que el convenio permitirá además a Perú recibir de Estados Unidos "apoyo financiero, datos de radares, además de asistencia operativa, de capacitación, de inteligencia y logística".
Perú es, junto a Colombia, uno los mayores productores de hoja de coca y cocaína en el mundo, según Naciones Unidas.
La superficie cultivada de hoja de coca en Perú creció un 18% en el 2022 frente al año anterior a una nueva cifra récord, según últimos datos oficiales, con mayor relevancia en tierras protegidas de la Amazonía cercanas a Brasil y Colombia.
El cultivo de la hoja de coca es legal en Perú para su uso tradicional, y se mastica para obtener energía o se consume con un té para evitar efectos de la altura. Pero se calcula que el 90% de la hoja termina en manos del narcotráfico, según la policía.
Con información de Reuters
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