La Cámara de Senadores de México inició el martes la discusión de una controvertida reforma al sistema judicial que ha golpeado a los mercados mexicanos, especialmente al peso, y tensado las relaciones del país con su principal socio comercial, Estados Unidos.
Los legisladores deberán votar en lo general y luego en lo particular la reforma constitucional, que fue propuesta por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador y que según senadores oficialistas será avalada por las dos terceras partes de la cámara alta, como lo requiere la ley.
Luego, debe ser aprobada por la mayoría de los 32 congresos estatales para finalmente ser publicada en la gaceta oficial.
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Uno de los puntos álgidos de la reforma, avalada por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, es la elección de más de 6,500 jueces, magistrados e incluso ministros de la Suprema Corte por voto popular, lo que ha desatado además una huelga de trabajadores judiciales.
Sheinbaum, quien tomará posesión el 1 de octubre, ha tratado de apaciguar a los mercados y a los inversionistas asegurando que México va a tener un mejor sistema de justicia tras la reforma, que su mentor político López Obrador ha asegurado es necesaria para limpiar de corrupción al sector, al que acusa de haber favorecido a las élites económicas.
La reforma también ha generado preocupación sobre los contrapesos al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo, dominado este último ampliamente por legisladores del partido oficialista Morena y sus aliados.
Con información de Reuters
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