La aplastante victoria de Claudia Sheinbaum le permitirá un mandato sin precedentes en México, pero el éxito en el manejo de las relaciones con Estados Unidos, su aliado clave y principal socio comercial, depende de cómo pueda navegar un posible choque si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, según exdiplomáticos y analistas.
Sheinbaum, una física con estudios en ingeniería energética que se convertirá en la primera presidenta de México, está estrechamente alineada con el mandatario saliente, Andrés Manuel López Obrador. Conocido como AMLO, el presidente mexicano encontró sorprendentes puntos en común con Trump en su primer mandato a pesar de las tensiones sobre comercio y migración.
Pero es poco probable que los lazos fluidos entre los dos populistas se reproduzcan con Sheinbaum, dijeron analistas y exdiplomáticos, dado su estilo más reservado y disciplinado.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"No creo que ella tenga el tipo de 'bromance' que López Obrador tuvo con Donald Trump", dijo Arturo Sarukhan, quien fue embajador de México en Estados Unidos de 2007 a 2013.
Eso podría dificultar las cosas si el candidato republicano estadounidense derrota al presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre. Las encuestas muestran a Trump a la cabeza en algunos estados disputados.
Pero Sheinbaum será muy consciente de que sus promesas de ampliar los programas de bienestar y continuar con las políticas que han ayudado a su partido a sacar a millones de mexicanos de la pobreza dependen de tener una economía estable y en crecimiento... y eso requiere de Estados Unidos.
En 2023, México superó a China para convertirse en el mayor socio comercial de Estados Unidos. Alrededor del 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos.
"La economía de México depende en gran medida de Estados Unidos", dijo la analista política mexicana Viri Ríos.
"Así que parte de su mandato es mantener una relación comercial sólida porque los mejores empleos en México provienen de la economía orientada a la exportación", agregó.
REVISIÓN COMERCIAL
Una revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) está programada para 2026 y será una prueba masiva para la relación bajo Sheinbaum, especialmente en un gobierno proteccionista de Trump, a pesar de que el pacto en sí es producto de una renegociación que él orquestó y presumió durante su primer mandato.
Kenneth Smith, exjefe negociador de México para el TMEC, dijo que habrá una serie de puntos de fricción, incluida la política energética y una pequeña pero creciente inversión china en sectores estratégicos en México.
"Puedo imaginar perfectamente una segunda presidencia de Trump en la que venga a México y le diga: tienes que decidir, ¿te pones del lado de Estados Unidos o estás con China?", dijo.
Además de la política comercial, Washington presiona al gobierno mexicano para que tome medidas enérgicas frente la producción y el tráfico de drogas -especialmente fentanilo- y frente el movimiento de migrantes hacia el norte. México, a cambio, quiere que Estados Unidos impida el contrabando de armas hacia el sur.
"Lo interesante es cómo todos estos temas funcionan juntos", dijo Christopher Landau, quien se desempeñó como embajador de Estados Unidos en México durante la presidencia de Trump.
"Suponiendo que Trump gane, creo que un tema del día uno va a ser la frontera y la migración. Así que si México es cooperativo en eso, ciertamente va a ganar mucha buena voluntad en el lado comercial", agregó.
Pero no sólo con Trump los flujos migratorios se han convertido en moneda de cambio bilateral.
Biden, por ejemplo, tiene previsto firmar el martes una orden ejecutiva que podría permitir a las autoridades dejar de recibir solicitudes de asilo y denegar la entrada a los migrantes una vez superado un umbral diario, una política que provocaría que los migrantes de todo el mundo que cruzan la frontera sur de Estados Unidos sean devueltos a México.
El anuncio de una orden ejecutiva sólo unos días después de las elecciones en México muestra cómo las administraciones demócratas y republicanas de Estados Unidos han presionado a México para que aplique la política estadounidense al sur de la frontera, afirman defensores y analistas.
Aun así, la presión sobre México para que incremente las detenciones y deportaciones de migrantes probablemente aumentaría bajo un segundo mandato de Trump.
Trump y otros republicanos también han intensificado su retórica sobre la movilización de soldados o el lanzamiento de misiles para combatir a los cárteles de la droga de México, medidas a las que el gobierno mexicano se opondría vehementemente como una cuestión de soberanía nacional.
Y después de estilos de personalidad y políticas arraigadas, está el hecho más simple de que Sheinbaum será la primera mujer presidenta de México, un logro ampliamente celebrado que, sin embargo, podría complicar su relación con Trump.
"Claudia Sheinbaum es científica, líder política y se identifica como feminista", dijo Gema Kloppe-Santamaría, profesora adjunta de Historia de América Latina en la Universidad George Washington.
"Todas estas cualificaciones la convierten en una candidata potencial para irritar a Trump, si es elegido", concluyó.
Con información de Reuters