Cuatro familiares de un periodista murieron, entre ellos tres niños, y cuatro socorristas resultaron heridos hoy en un bombardeo israelí en el sur de Líbano, en un ataque condenado por el primer ministro libanés, Nayib Mikati, quien afirmó que el "atroz" crimen "no quedará impune".
"Este crimen atroz no quedará impune; el Gobierno dará seguimiento a este asunto y ha abierto contactos internacionales, vamos a presentar una queja urgente contra el enemigo israelí ante el Consejo de Seguridad de la ONU", sostuvo Mikati.
"Este crimen es la respuesta a quienes piden calma y pasan por alto los crímenes cometidos por la ocupación contra Líbano; este crimen es una nueva mancha en la conciencia global que consiente lo que está haciendo la ocupación israelí en el sur de Líbano y en Gaza", agregó.
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Los cuatro fallecidos son la hermana del periodista Samir Ayoub, que resultó herido en el bombardeo, y los tres nietos de la mujer, de 14, 12 y 10 años, entre las localidades de Blida y Aainata, cerca de la frontera con Israel, informó la agencia oficial libanesa de noticias NNA.
El periodista estaba al volante de su automóvil y los miembros de su familia lo seguían en otro vehículo, cuando las fuerzas israelíes bombardearon dos ambulancias de una asociación local.
Según ANN, el bombardeo israelí alcanzó dos ambulancias de la asociación Risala Scout, que cuenta con equipos de rescate y está afiliada al movimiento Amal, aliado de Hezbolá.
La asociación afirmó en un comunicado que "dron de las fuerzas de ocupación israelíes" había "atacado deliberadamente los dos vehículos, causando heridas moderadas a cuatro socorristas".
Añadió que el ataque se había producido al amanecer, cuando las dos ambulancias se encontraban en el pueblo de Tayr Harfa, a tres kilómetros de la frontera, evacuando heridos, según la agencia de noticias AFP.
La zona fronteriza entre Líbano e Israel es escenario de frecuentes intercambios de disparos entre el Ejército israelí y el movimiento libanés Hezbollah desde el comienzo del conflicto armado entre Israel y Hamas, el 7 de octubre pasado.
El 13 de octubre, un periodista de la agencia de noticias Reuters, Issam Abdallah, murió y otros seis cronistas resultaron heridos en el sur de Líbano.
Las autoridades libanesas responsabilizaron a Israel.
Desde el 7 de octubre, 81 personas murieron en territorio libanés, según un recuento de AFP, entre ellas 59 combatientes de Hezbollah y al menos 11 civiles.
Seis soldados y un civil murieron en el lado israelí, según las autoridades.
El Ministerio de Salud libanés condenó "un ataque cobarde y bárbaro".
Por su parte, el Ejército israelí justificó el bombardeo en un comunicado con el argumento de que el blanco era "una célula terrorista que intentaba disparar desde Líbano hacia la región de Rosh Hanikra, en el norte de Israel".
"Durante la operación fueron avistados dos vehículos sospechosos que llegaban a la zona donde operaba la célula; el ataque estaba dirigido contra la célula terrorista y no contra los vehículos", dice el texto.
Hezbollah anunció que dos de sus combatientes murieron por la mañana.
Además, el Ejército israelí informó que derribó un dron en territorio libanés que se dirigía hacia territorio israelí, cuando aún no había cruzado la frontera.
El dron fue detectado "muy dentro del territorio de Líbano" y luego, "seguido por los sistemas de detección y control" para posteriormente ser "interceptado con éxito" por los sistemas defensivos israelíes, según informó el Ejército israelí su página web, según la agencia Europa Press.
Con información de Télam
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