Líder de Hezbollah advierte a Israel que no debe entrar en guerra con Líbano

03 de enero, 2024 | 16.05

El jefe del movimiento chiita Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo hoy que su formación luchará "sin límites" si Israel declara la guerra contra Líbano, un día después del asesinato del número dos Hamas en un ataque en Beirut que fue ampliamente atribuido a las fuerzas israelíes.

"Si el enemigo piensa lanzar una guerra contra Líbano, combatiremos sin límites, sin restricciones, sin fronteras", advirtió Nasrallah en un discurso televisado.

"No tememos a la guerra", insistió.

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El discurso, de una hora y 20 minutos, tuvo lugar al día siguiente de la muerte de Saleh al-Arouri, número dos de Hamas, en un bombardeo en un bastión de Hezbollah al sur de Beirut.

Nasrallah, que ha dirigido Hezbollah desde que un ataque israelí mató a su predecesor en 1992, había prometido represalias por cualquier ataque israelí en el Líbano contra líderes de Hamas o de otros grupos aliados.

Al-Arouri es el miembro de mayor rango del grupo islamista palestino muerto desde que recrudeció su enfrentamiento de años con Israel, hace casi tres meses. El movimiento continúa ofreciendo una dura resistencia a la ofensiva israelí en los territorios palestinos de la Franja de Gaza y sigue reteniendo allí a decenas de rehenes israelíes.

Otros seis dirigentes de Hamas murieron en el ataque, llevado a cabo con un dron.

Nasrallah afirmó que el asesinato del dirigente de Hamas, un movimiento aliado, era un "crimen peligroso" y que no "quedaría impune".

El ejército israelí no reivindicó el bombardeo, pero afirmó que se preparaba a "cualquier escenario".

El primer ministro Benjamin Netanyahu y otros funcionarios israelíes han amenazado repetidamente con matar a los líderes de Hamas "dondequiera que estén" desde que milicianos del grupo se infiltraron en Israel el 7 de octubre, mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se llevaron consigo en su huida a Gaza a 240 rehenes, incluyendo unos 20 argentinos.

En respuesta, Israel lanzó una vasta ofensiva por aire, mar y tierra en Gaza que ya dejó más de 22.300 muertos, en su mayoría mujeres y niños, y más de 57.000 heridos, según el Ministerio de Salud del enclave costero.

La ofensiva israelí ha desatado una crisis humanitaria "catastrófica", según la ONU.

El 85% de los 2,3 millones de palestinos que viven en Gaza tuvieron que huir de sus casas por la violencia y mudarse a refugios superpoblados o a campamentos en zonas designadas por Israel como seguras que, no obstante, luego fueron bombardeadas.

El líder de Hezbollah acusó a Israel de "matar de hambre a la población e infligir la mayor guerra de genocidio de este siglo" contra los palestinos de Gaza.

Nasrallah consideró asimismo que los ataques del 7 de octubre provocaron un daño a Israel cuyos efectos aún no terminaron.

"Lo que ocurrió desde el 7 de octubre y lo que pasará en el futuro debilitaron a Israel", señaló.

Además, dijo que la incursión de milicianos de Hamas asestó un "duro golpe a los esfuerzos de normalización" de las relaciones entre varios países árabes e Israel de los últimos años.

Arouri era el número dos del líder supremo de Hamas, Ismail Haniyeh, y jefe de las operaciones en Cisjordania, los otros territorios palestinos, que están separados de Gaza por Israel y bajo ocupación y colonización israelí. También era considerado un enlace entre Hamas y Hezbollah.

Hezbollah y el Ejército israelí han estado intercambiando disparos casi a diario en la frontera entre Israel y el Líbano desde que comenzó el conflicto en Gaza.

Los intercambios se habían limitado a la zona fronteriza de ambos países. Desde el inicio del conflicto, 170 personas murieron en Líbano, entre ellos más de 120 combatientes de Hezbollah y más de 20 civiles, incluido tres periodistas, según un recuento de la agencia de noticias AFP.

Con información de Télam

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