El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, condenó hoy los violentos altercados ocurridos anoche en Dublín, donde grupos que el Gobierno identificó como de ultraderecha quemaron autos y saquearon comercios tras un apuñalamiento cerca de una escuela.
El centro de Dublín fue escenario anoche de incidentes en un barrio de gran composición inmigrante horas después de que un hombre armado con un cuchillo hiriera a cinco personas, entre ellas tres niños de corta edad y un profesor de una escuela cercana.
Una de las niñas, de cinco años, se encuentra todavía "en una situación muy grave", informó la policía, citada por la agencia de noticias AFP.
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La policía ya identificó y detuvo al autor del ataque: un hombre de unos 50 años cuyos motivos se desconocen y que actuó en solitario.
Las autoridades atribuyeron los incidentes posteriores a la extrema derecha, después de que rumores en redes sociales señalaron que el atacante fue un inmigrante, en un contexto de creciente discurso antiinmigratorio en el país.
"Esta gente (que protagonizó los incidentes violentos) dice defender a los irlandeses", pero "ponen en peligro a los más inocentes y vulnerables", declaró hoy Varadkar en rueda de prensa.
"Son una vergüenza para Dublín, una vergüenza para Irlanda, una vergüenza para sus familias y para ellos mismos", agregó.
La policía irlandesa anunció que había detenido a 34 personas, pero advirtió que llegarán otras detenciones tras enumerar que 11 móviles policiales fueron incendiados, agentes del orden fueron atacados con proyectiles y una docena de negocios fueron saqueados.
"Hay un total de 34 detenidos, de los cuales 32 comparecerán ante el juez hoy. Tenemos 13 comercios que han sido dañados o saqueados, tenemos 11 vehículos de la Garda (policía) que han sido destruidos tras ser incendiados o han sufrido grandes daños. Han sido destruidos tres colectivos y un tranvía", precisó el comisario Drew Harris, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Harris lamentó que los manifestantes perturbaron las pesquisas en curso al irrumpir en la escena de un crimen.
"Lo que vimos anoche fue de una violencia extrema, con escenas que no habíamos visto en décadas", agregó.
En los últimos años, ha crecido en Irlanda un discurso contra la inmigración por parte de determinadas figuras de extrema derecha, potenciado por la crisis inmobiliaria en el país.
La extrema derecha denuncia en particular el aumento del número de refugiados en el país, y se han producido en los últimos tiempos varias manifestaciones en el norte de Dublín y en las regiones más rurales contra los proyectos de alojamiento para solicitantes de asilo.
Con información de Télam