Lula en Nueva York: acuerdo sobre trabajo con Biden y acercamiento con Zelenski

20 de septiembre, 2023 | 20.32

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, mantuvo hoy en Nueva York una jornada de marcada centralidad, al firmar con su par local, Joe Biden, un acuerdo en defensa de los trabajadores y los sindicatos y en favor del empleo decente, por un lado, y lograr, por el otro, un acercamiento con el ucraniano Volodimir Zelenski, de quien aparecía distanciado por la posición brasileña sobre la invasión rusa.

Las dos actividades fueron al margen de la Asamblea General de la ONU, en la que Lula dio ayer el discurso de apertura, que tradicionalmente le corresponde a Brasil.

Con Biden, Lula coincidió en la defensa del rol de los trabajadores y de los sindicatos y en la necesidad de impulsar la lucha global por el trabajo decente, durante la firma de un acuerdo político inédito que marca un nuevo acercamiento entre Washington y Brasilia.

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Fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y exsindicalista metalúrgico, Lula sostuvo que el entendimiento con Biden puede marcar el rumbo para discutir las relaciones laborales del siglo XXI, al citar por ejemplo el trabajo de plataformas digitales con trabajadores sin protección gremial tratados como "esclavos", la inteligencia artificial y la transición energética.

"No hay democracia sin un sindicato fuerte. Porque el sindicato es efectivamente quien habla por el trabajador para tratar de defender sus derechos", remarcó el presidente brasileño, que reseñó que propuso la asociación con Estados Unidos por el trabajo decente a raíz de que Biden, en su discurso de asunción, dijo que los trabajadores norteamericanos habían sido los verdaderos constructores de la nación.

En el manifiesto conjunto, Lula y Biden defienden la necesidad de "poner a los trabajadores en el centro de las decisiones políticas".

"Esto es más que un acuerdo bilateral: es el renacimiento de una nueva era en la relación entre Brasil y Estados Unidos, una relación entre iguales, soberanos, de interés común", destacó Lula, a lo que Biden respondió que ambos países tienen la "obligación de liderar" a las próximas generaciones hacia un mundo con mejores oportunidades.

“Las dos mayores democracias del hemisferio occidental están defendiendo los derechos humanos en todo el mundo y en el hemisferio, y eso incluye los derechos de los trabajadores”, le dijo Biden a Lula.

La condición de líder sindical desde la que forjó su carrera política posicionó al mandatario sudamericano para encarar esta agenda con Biden, un paso que para la diplomacia brasileña significó una victoria por quitar a Ucrania de las relaciones bilaterales Washington-Brasilia.

En un momento del discurso, Biden aplaudió a Lula al escucharlo decir que el "trabajo está precarizado" y que la propuesta del norteamericano hacia el mundo del trabajo de reforzar sindicatos es una "combinación perfecta" para llevar el tema al G-20.

Lula también hizo sonreír a Biden cuando citó la huelga de los trabajadores de las fábricas de automóviles en Estados Unidos que se inició el viernes pasado y dijo que su ministro de Trabajo, Luiz Marinho, se reunió con la UAW, el sindicato que lidera la medida.

Entre quienes escuchaban estaba el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo.

Según la Declaración de la Asociación por los Derechos de los Trabajadores firmada por los mandatarios, ambos gobiernos afirman su compromiso mutuo con los derechos de los trabajadores y la promoción del trabajo decente.

"Los trabajadores construyeron nuestros países, desde nuestra infraestructura más básica y servicios críticos, hasta la educación de nuestros jóvenes, el cuidado de nuestros ancianos y nuestras tecnologías más avanzadas. Los trabajadores y sus sindicatos han luchado por la protección en el lugar de trabajo, la justicia en la economía y la democracia en nuestras sociedades; están en el corazón de las economías dinámicas y del mundo saludable y sostenible que buscamos construir para nuestros hijos", asegura la declaración.

La iniciativa se propone también "promover el trabajo seguro, saludable y decente, y rendición de cuentas en la inversión pública y privada; enfoques centrados en los trabajadores para las transiciones digitales y de energía limpia; aprovechar la tecnología en beneficio de todos; y combatir la discriminación en el lugar de trabajo".

Pero, además, Lula inició hoy con el ucraniano Zelenski una "reaproximación" y un "rompimiento del hielo" en las relaciones bilaterales, luego de los desencuentros de los últimos meses por la posición brasileña sobre la operación rusa.

"Tuvimos una buena conversación sobre la importancia de los caminos para la construcción de la paz y mantenemos siempre el diálogo abierto entre nuestros países", dijo Lula en sus redes sociales.

Los ministros de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira y Dmytro Kuleba, explicaron que la reunión tuvo una agenda positiva.

Kuleba resaltó que ambos presidentes entienden mejor la posición del otro tras la reunión: "Podría utilizar la expresión poco diplomática de 'romper el hielo'. No quiere decir que hubiera hielo entre nuestros países; era un ambiente cálido y honesto. Creo que ambos presidentes entienden mejor las posiciones de cada uno".

En conferencia de prensa, Vieira contó que Zelenski "agradeció que Brasil pueda participar de los esfuerzos para conseguir un acuerdo de paz".

"Fue una reunión muy buena y ambos pusieron a sus equipos a trabajar en la cuestión de la paz", dijo el canciller.

En la reunión, Lula confirmó que su asesor especial internacional, Celso Amorim, participará del proceso de Copenhague sobre la búsqueda de un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev.

"No hay ningún tipo de desentendimiento entre los jefes del Estado. Zelenski expuso su visión y Lula preguntó sobre sus opiniones de la situación. Fue una información transparente en un clima de entendimiento", dijo Vieira.

Una fuente gubernamental brasileña informó que Zelenski aclaró que no tenía problemas personales con Lula cuando ingresó al encuentro, en un hotel de Nueva York.

El canciller Vieira también recordó que Brasil continúa en diálogo con el Gobierno del presidente Vladimir Putin y que debe reunirse en las próximas horas con su par ruso, el canciller Serguei Lavrov.

Lula, cuyo país condenó la invasión rusa a Ucrania pero también las sanciones contra Moscú, se propuso como un facilitador de una mesa internacional de negociaciones de paz de países neutrales y en los últimos meses aseguró que por el momento ni Putin ni Zelenski están trabajando para el alto al fuego.

En mayo, los dos presidentes casi se encontraron durante la cumbre del G7 en Japón, cuando Brasil estuvo como invitado igual que el ucraniano, respaldado por los países miembros de la OTAN.

Con información de Télam