El secretario de Inmigración de Reino Unido, Robert Jenrick, renunció hoy luego de la publicación de un polémico proyecto de ley sobre el envío de migrantes a Ruanda y expresó su "profundo desacuerdo con la orientación" del gobierno conservador, en el poder desde 2022.
La renuncia de Jennick refuerza la presión del ala más derechista del gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, para endurecer el combate contra la inmigración irregular antes de las elecciones que deben celebrarse en 2024.
"Con gran tristeza escribí al primer ministro para presentarle mi renuncia como ministro de Inmigración. No puedo seguir en mi puesto cuando estoy en profundo desacuerdo con la orientación de la política del Gobierno en materia de inmigración", escribió Jenrick en la red social X.
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El proyecto de ley, que será presentado mañana ante el Parlamento, permitiría calificar a Ruanda de "país seguro" para enviar allí a migrantes que hayan llegado irregularmente a suelo británico.
Jenrick estuvo ausente ayer durante la presentación ante los diputados de ese proyecto de ley elaborado por el ministro del Interior, James Cleverly.
Fue la exministra del Interior Suella Braverman la que le pidió a Sunak ir más lejos para luchar contra una inmigración "ilegal, masiva y no controlada", aunque eso signifique alejarse de los convenios internacionales.
El 15 de noviembre, los jueces del máximo tribunal de Justicia del Reino Unido rechazaron el recurso del Gobierno, dictaminando que el Tribunal de Apelación tenía razón al concluir que Ruanda no podía considerarse como un tercer país seguro.
Ante este revés, el Reino Unido y Ruanda firmaron el martes pasado un nuevo tratado en un intento de revivir la controvertida propuesta de Londres de expulsar migrantes a este país de África.
"Está claro que Ruanda es un país seguro y estamos trabajando a marchas forzadas para llevar adelante esta asociación con el fin de detener las pateras que cruzan el Canal de la Mancha y salvar vidas", declaró Cleverly en el acto en que se rubricó el pacto.
El flamante acuerdo fue firmado por el ministro de Relaciones Exteriores de Ruanda, Vincent Biruta, y Cleverly en Kigali.
El plan inicial de Londres, que buscar reducir la cantidad de inmigrantes que llegan a la isla en improvisadas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha, fue bloqueado por los jueces debido al riesgo de enviarlos a países considerados peligrosos.
Pero ahora, el acuerdo asegura que Ruanda no expulsará a nadie que llegue desde el Reino Unido, en un intento de fortalecer la legalidad de la estrategia del primer ministro Rishi Sunak.
El nuevo tratado, según el Reino Unido, garantiza que los solicitantes de asilo no corren riesgo de ser devueltos a un país donde su vida o su libertad estarían amenazadas, aunque su legalidad será finalmente determinada por los tribunales.
"El tratado histórico es vinculante según el derecho internacional y garantiza que las personas reubicadas en Ruanda en virtud de la asociación no corran el riesgo de ser devueltas a un país donde su vida o su libertad estarían amenazadas, un acto conocido como devolución", celebró Cleverley.
Según cifras oficiales, casi 30.000 personas están en espera de ser potencialmente enviadas al país africano.
Además, el retraso acumulado de casos, que el primer ministro británico prometió eliminar para fin de año, se sitúa en 18.366.
Con información de Télam