Al menos 11 policías iraníes murieron hoy en un ataque "terrorista yihadista" cometido por el grupo sunita Jaish al Adl contra una comisaría en la ciudad de Rask, situada en el sureste de Irán, cerca de la frontera con Pakistán.
"En el ataque terrorista a la estación policial en la ciudad de Rask murieron 11 policías y otros resultaron heridos", precisó el vicegobernador de la provincia de Sistán y Baluchistán, Alireza Marhamati, quien agregó que el grupo yihadista Jaish al Ald (Ejército de Justicia) reivindicó la acción.
"Se están tomando las medidas necesarias y daremos más información posteriormente", aseguró el vicegobernador, replicó la agencia de noticias AFP.
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Varios "terroristas" también murieron en los incidentes entre los atacantes y la policía, añadió un vocero de la Policía.
La autoría del ataque fue reivindicado por Jaish al Adl, fundado en 2012 por antiguos miembros de una organización extremista en Sistán y Baluchistán, donde viven miembros de la minoría baluchi, que profesa principalmente el islam suní.
Si bien el grupo ya se había adjudicado autorías de atentados, secuestros y ejecuciones, este es uno de los más mortíferos en esta región, donde se producen enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y traficantes de drogas, los insurgentes baluchíes o los grupos sunitas radicales.
Jaish al Adl, que tensa las relaciones entre Irán y Pakistán, es conocido por haber reivindicado el secuestro de 12 policías y soldados iraníes en la misma provincia en octubre de 2018.
En julio pasado, dos policías fallecieron en un ataque reivindicado por el grupo, contra una comisaría en Zahedán, capital de la provincia.
El movimiento acusó a la comisaría atacada de ser "uno de los principales responsables de la tragedia del viernes sangriento", en alusión a los hechos violentos ocurridos en septiembre de 2022.
En ese momento, la ciudad de Zahedán registró varios días de violencia letal, tras la supuesta violación de una adolescente imputada a un policía.
En mes pasado, autoridades iraníes ejecutaron a tres hombres condenados por su relación con el grupo y por su papel en la muerte de varios miembros de las fuerzas de seguridad en un ataque cometido en 2019.
Irán instó en varias ocasiones a Pakistán -enfrentado igualmente a operaciones de grupos separatistas baluchíes en el oeste del país- que incremente su cooperación para hacer frente a estas organizaciones, dado que los responsables de varios ataques escaparon a través de la frontera común.
La provincia de Sistán y Baluchistán es una de las más pobres de Irán, en la que vive la minoría étnica baluchi, seguidora del islam sunita, a diferencia de la rama chiita predominante en el país.
Con información de Télam