(Por Matilde Suárez) A un año de la muerte de Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años que falleció en custodia policial en Irán luego de haber sido detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo islámico, en un hecho que desató una serie de protestas en la República Islámica, muchas mujeres aún desafían la obligación de usarlo, mientras el Gobierno volvió a endurecer los controles.
Amini falleció el 16 de septiembre de 2022 luego de haber pasado tres días en una comisaría de Teherán, la capital iraní, ya que había sido detenida por la Policía de la Moral, acusada de no cumplir con las estrictas normas de vestimenta que rigen en Irán, como el uso del hiyab, el velo que les cubre el pelo y gran parte de la cara y que es de uso obligatorio.
"La muerte de Mahsa Amini sucedió justamente por utilizar mal el hiyab, algo que es bastante subjetivo para la Policía de la Moral o Policía religiosa, esta institución que tiene Irán, que también la tiene Arabia Saudita, y controla que se cumpla con las reglas de vestimenta o con reglas de la moral en las calles", recordó a Télam la politóloga Melisa Centurión, que apuntó que el uso del hiyab se volvió obligatorio luego de la Revolución Islámica de 1979, pese a la oposición de muchas mujeres.
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A su vez, consideró que el fallecimiento de esta joven "despertó algo que ya estaba latente: en los últimos años, en Irán hubo muchas manifestaciones, no específicamente de mujeres, (sino) en contra del Gobierno por problemas económicos, que tenían que ver con la calidad de vida de la población".
Además, la magíster en Desarrollo Humano y Doctoranda en Ciencias Sociales dijo que el hecho reavivó luchas de todas las mujeres, que en Irán han sido muy activas en el reclamo por sus derechos, pero de forma más clandestina.
"Las iraníes exiliadas han sido las precursoras del feminismo islámico, de la búsqueda de derechos para las mujeres desde el Islam, proponiendo una reinterpretación del Corán, que busca la igualdad de las mujeres con los varones. Plantean que el Corán en sí mismo es igualitario y el problema ha sido la interpretación de los hombres, no el Islam en sí", dijo Centurión.
Para la politóloga, el sistema patriarcal impera en todo el mundo, pero en la mayoría de los países musulmanes a la opresión se le suma la religión como factor de desigualdad y entonces es cuando "el velo aparece como un símbolo importante siempre en la discusión".
"En el caso de Irán, fue lo que marcó la muerte de Amini, porque muchas de estas mujeres incluso usan el velo y están de acuerdo en utilizarlo, lo que piden, en todo caso, es la libertad de utilizarlo o no, que esté bien quien decide usarlo, pero que quien no quiere utilizar el velo no sea castigada por eso", profundizó Centurión.
Durante los primeros meses después de la muerte de la joven no se vio a la Policía de la Moral en las calles, fue como una señal del Gobierno, según Centurión, pero a partir de julio de este año esta fuerza redobló su presencia.
Además, el Parlamento estudia un proyecto de ley que busca endurecer las penas contra las mujeres declaradas culpables de no llevar el velo en público, entre ellas, la confiscación de automóviles y la negación del acceso al empleo, la educación, la atención a la salud, los servicios bancarios y el transporte público.
De hecho, un grupo de relatores de Naciones Unidas calificó este proyecto de ley de "apartheid de género".
"El borrador puede ser descrito como un tipo de apartheid de género, ya que las autoridades parecen estar gobernando a través de una discriminación sistemática con la intención de forzar a las mujeres y niñas a una sumisión total", denunciaron los relatores a principios de septiembre.
Según Amnistía Internacional, mientras se discuten esas reformas, continúan las detenciones irregulares, procesamientos, prisión, multas y castigos degradantes, como lavar cadáveres, a las mujeres que no cumplan con el código de vestimenta.
"Lo que sucedió también es que muchas mujeres se animaron a salir a la calle sin velo, no solo ya como forma de protesta, y eso se castiga con la detención, y en los últimos meses, con un tratamiento psicológico", explicó Centurión.
En el marco del endurecimiento de los controles oficiales, el Gobierno de Irán le compró el año pasado un sistema de videovigilancia a China para utilizar el reconocimiento facial y las cámaras en las calles, sobre todo de las grandes ciudades, y detectar a aquellas mujeres que no lleven puesto el hiyab.
Sin embargo, según Centurión, no han podido detener el movimiento que esto generó, de tantas mujeres que utilizan el velo como un símbolo, más allá de su dimensión tangible, para enfrentar las restricciones del gobierno.
"Las restricciones se suman a un deterioro de la situación económica que lleva varios años y no mejora la calidad de vida. Entonces, muchos varones jóvenes se sumaron a las manifestaciones para pedir un cambio en el sistema que va más allá de las mujeres, aunque las incluye", apuntó la politóloga.
Las protestas desatadas tras la muerte de Amini fueron protagonizadas mayormente por jóvenes y en muchos casos movilizadas a través de las redes sociales.
Por eso, en las últimas protestas, el Gobierno bloqueó el acceso a Internet para evitar las transmisiones en vivo y restringió el uso de aplicaciones como WhatsApp, para dificultar la organización de las movilizaciones, en un país donde los medios de comunicación están controlados por el Gobierno.
Amnistía Internacional dijo el miércoles en un comunicado que, llegado el primer aniversario de la muerte de Amini, ni un solo funcionario había sido penalmente investigado, menos enjuiciado y castigado por los delitos cometidos durante y después de los levantamientos.
"Las autoridades iraníes llevan un año imponiendo una crueldad indescriptible a la población de Irán, que se atreve a cuestionar décadas de represión y desigualdad. Este aniversario recuerda la necesidad de aplicar el principio de jurisdicción universal e iniciar investigaciones penales de los crímenes cometidos", aseguró Mariela Belski, directora ejecutiva de AI Argentina, en un comunicado.
"Desde el sur global nos solidarizamos con las mujeres iraníes y les recordamos que no están solas, que seguimos luchando por las niñas y mujeres de todo el mundo, sin importar la hostilidad a la que nos enfrentemos", añadió.
Con información de Télam