El incendio forestal que asola la isla portuguesa de Madeira continuó el miércoles y ha arrasado al menos 4.400 hectáreas de vegetación, obligando a las autoridades del continente a enviar refuerzos.
Las autoridades indicaron que el fuego tenía dos frentes activos, uno en la sierra costera de Ponta do Sol y otro en la cordillera central, incluido el Pico Ruivo, la montaña más alta del archipiélago, pero subrayaron que no afectaba a personas ni viviendas.
"La zona más preocupante ahora es la sierra central, entre las sierras de Curral das Freiras y Pico Ruivo, donde el fuego está consumiendo una superficie cada vez mayor en zonas de difícil acceso, lo que dificulta la lucha", señaló Protección Civil local.
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El servicio de emergencias y protección civil de Portugal anunció el envío de otros 60 bomberos a la isla para ayudar a los equipos locales, después de haber desplegado 76 bomberos el sábado por la noche. El vecino archipiélago de las Azores también ha enviado bomberos.
"Es esencial bajar el tono de la retórica alarmista en este momento. La situación es segura y estamos haciendo lo que tenemos que hacer", declaró a la prensa el jefe del gobierno regional, Miguel Albuquerque.
Toda la costa sur de Madeira -una región autónoma de Portugal con unos 250.000 habitantes y un popular destino turístico- lleva días en alerta por las altas temperaturas y el riesgo de incendios forestales.
Con información de Reuters