El legislador republicano por Ohio Jim Jordan, cercano al expresidente Donald Trump, fracasó hoy en su primer intento por presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos al no lograr los 217 votos necesarios, en medio de una crisis en el partido conservador que ha paralizado Washington.
Jordan recibió el respaldo de 200 representantes después de que 20 miembros de su partido votaran en contra de su candidatura, la segunda de los republicanos tras la destitución hace dos semanas de Kevin McCarthy como presidente de la cámara.
Por su parte, el candidato demócrata para presidir el ente, Hakeem Jeffries, sumó 212 votos, todos ellos de su partido.
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La división en el seno de la bancada republicana en la Cámara Baja es tal que el candidato demócrata, a pesar de contar inicialmente con menos diputados favorables, consiguió más apoyos que Jordan, informó la cadena de noticias local CNN y replicó la agencia de noticias Europa Press.
La Presidencia de la Cámara de Representantes está vacante desde que McCarthy fuera expulsado del cargo a comienzos de octubre tras una moción de censura presentada por el ala dura de su propio partido, que cuestionaba el proyecto de ley que presentó para mantener la financiación temporal del gobierno, que se enfrentaba a una parálisis, en el que hizo concesiones a los demócratas.
Antes que Jordan, el líder de la mayoría republicana en la cámara, Steve Scalise, fue elegido como candidato a sucesor de McCarthy, pero retiró su postulación ante la falta de apoyos.
El Partido Republicano cuenta con cerca de una decena de congresistas más conservadores, afines a Trump, que obstaculizan las políticas en la Cámara Baja.
El propio McCarthy ya sufrió esta situación a comienzos de enero, cuando este grupo de republicanos, que abogan por un liderazgo más contundente contra las políticas demócratas, bloquearon su designación en hasta 14 votaciones.
El 3 de octubre, por primera vez desde que existe hace más de 230 años, la Cámara de Representantes destituyó a su presidente.
La Cámara quedó interinamente a cargo del también republicano Patrick McHenry, pero la legislación establece que en un caso como este, el presidente transitorio solo está facultado a resolver cuestiones administrativas, mientras el cuerpo está impedido de debatir y votar proyectos legislativos.
De ese modo, la Cámara quedó prácticamente paralizada y, entre otras cosas, no puede por ahora votar una nueva ayuda para Israel, uno de los principales aliados del país, en medio de la guerra desatada por el sorpresivo ataque del movimiento islamista Hamas.
También está en juego una nueva partida de fondos para Ucrania para ayuda en la guerra con Rusia que llevan semanas debatiendo.
El presidente de la Cámara Baja, además, es el segundo en la línea de sucesión presidencial, precedido únicamente por la vicepresidenta, Kamala Harris.
Con información de Télam
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