Colombia debe decidir pronto si se concentra en las importaciones de gas natural licuado (GNL) o incentiva la producción interna de gas natural para evitar apagones, dijo el jueves el director de Gas y GNL para las Américas de la consultora Wood Mackenzie.
Bajo el Gobierno del presidente izquierdista Gustavo Petro, Colombia se alejó del fracking para aumentar sus reservas de crudo y gas.
Un juez de la ciudad de Santa Marta ordenó este mes la suspensión de las operaciones en un importante proyecto de gas en alta mar de la estatal Ecopetrol y la brasileña Petrobras.
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De acuerdo con los expertos, ambas estrategias se consideran fundamentales para asegurar el suministro de gas para alimentar las empresas de servicios públicos y los sectores industriales del país en los próximos años.
"Los yacimientos de gas de La Guajira (en tierra) continuarán con ese pronunciado descenso (de producción). Y si se plantea un escenario en el que se tiene una hidrología seca sin suministros domésticos de gas, eventualmente se estará en una situación de riesgo de apagones", dijo Mauro Chávez de Wood Mackenzie a Reuters en una entrevista al margen de la conferencia Gas Tech en Houston.
En ausencia de incentivos y autorizaciones para estimular la producción interna de gas, se espera que el país se vea obligado a ampliar su capacidad para recibir importaciones de GNL, lo que requeriría la construcción de una terminal de regasificación adicional que aún no está en los planes y asegurar contratos de suministro, explicó.
"El país tiene que decidir si depende de las importaciones de GNL (...) o realmente apoya la producción nacional", dijo.
Ecopetrol, los ministerios del Gobierno y Petrobras "hemos sumado para solicitar la impugnación de la decisión del juez y poder reactivar las actividades que desarrollamos en este bloque exploratorio", dijo el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, en un mensaje de video compartido con periodistas el jueves.
"Este hallazgo es clave en el propósito de garantizar la seguridad energética para el país", sostuvo Roa.
La suspensión del bloque exploratorio offshore Tayrona fue decretada porque el juez estimó que las empresas no consultaron previamente a una comunidad indígena local sobre la operación.
El pozo Uchuva-2, que fue suspendido, es una esperanza importante para las limitadas reservas de gas de Colombia, que cerraron el año pasado en 2.373 giga pies cúbicos, equivalentes a 6,1 años de consumo, según la gubernamental Agencia Nacional de Hidrocarburos.
Las reservas potenciales del proyecto equivalen a 2,5 veces las reservas actuales de Colombia.
(Reporte Mariana Parraga y Oliver Griffin. Escrito por Luis Jaime Acosta)