El primer ministro francés, el centrista Gabriel Attal, y su gobierno dimitieron el martes, pero permanecerán en su cargo de forma interina hasta que se nombre un nuevo gabinete tras unas elecciones anticipadas que no fueron concluyentes.
El gobierno interino se encargará de los asuntos de actualidad en la segunda mayor economía de la zona euro, pero no puede presentar nuevas leyes al Parlamento ni realizar cambios importantes, dicen los expertos.
Su papel incluirá garantizar que los Juegos Olímpicos, que comienzan el 26 de julio, se desarrollen sin problemas.
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"Manejar los asuntos actuales significa implementar medidas ya decididas y gestionar las emergencias que surjan. Ni más ni menos", dijo Mathieu Disant, profesor de derecho en la Universidad Panthéon-Sorbonne de París.
"Un gobierno saliente se ve privado de sus plenos poderes. Esto lo priva completamente -y con bastante lógica- de cualquier margen de acción política".
Ha habido gobiernos provisionales en Francia anteriormente, pero ninguno ha permanecido más de unos pocos días. No hay un límite establecido sobre cuánto tiempo puede permanecer un gobierno en funciones. El Parlamento no puede obligarlo a dimitir.
Las estrictas normas sobre la separación de poderes no suelen permitir que los ministros en Francia sean legisladores simultáneamente.
Pero sus dimisiones, incluso si permanecen en calidad de interinos, permitirán a Attal y otros miembros del gobierno sentarse en el Parlamento y participar en la elección del presidente de la Asamblea cuando se reúna el jueves, dicen los expertos.
"¿NAUFRAGIO?"
Quien se convierte en presidente de la asamblea, equivalente a un presidente que organiza la agenda de la cámara y dirige los debates, es crucial en un momento en el que todavía no está claro quién dirigirá el Gobierno, ya que ningún partido o grupo tiene una mayoría absoluta.
Una alianza de izquierda que inesperadamente ganó las elecciones del 30 de junio y el 7 de julio, y que desde entonces ha estado luchando amargamente sobre a quién presentar como primer ministro, espera acordar un nombre para el jefe del Parlamento.
"Nunca antes la elección del presidente de la Asamblea tuvo tanta importancia política", afirmaron los analistas de Eurointelligence.
Para la izquierda, dijeron, el objetivo era demostrar que "tiene lo necesario para tener una mayoría en la asamblea. Para los centristas, es demostrar lo contrario".
El Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza que incluye desde socialistas y verdes hasta el partido comunista y la extrema izquierda Francia Insumisa, se formó apresuradamente antes de las elecciones.
Pero sin que lograra obtener una mayoría absoluta, han resurgido años de tensiones entre los partidos sobre quién podría dirigir un posible gobierno de izquierda.
Para complicar las cosas, el presidente Emmanuel Macron, quien aceptó la renuncia de Attal y de su gobierno el martes, ha pedido a los principales partidos que forjen una alianza para formar un gobierno, una opción que incluiría a parte del NFP pero excluiría a Francia Insumisa.
"Si no logramos encontrar una solución en las próximas horas, en los próximos días, sería un naufragio", dijo el líder del Partido Comunista, Fabien Roussel, a BFM TV, describiendo el estado de las conversaciones entre los partidos de izquierda como "deplorable".
Con información de Reuters