La senadora estadounidense Dianne Feinstein, figura histórica del Partido Demócrata, que allanó un camino para las mujeres en el Congreso y fue férrea defensora del control de armas, falleció a los 90 años dejando vacante una banca que ya disputan varios nombres, informó hoy la prensa local.
La muerte de Feinstein en su casa en Washington el jueves por la noche puso fin a una carrera histórica, que contempló la primera prohibición federal de armas de asalto y la documentación de la tortura de la CIA a sospechosos de terrorismo extranjeros.
Antes de ingresar a la política nacional, fue la primera mujer alcaldesa de San Francisco en 1978, durante diez años. En 1990 se postuló sin éxito para gobernadora de California y dos años más tarde ganó su escaño en el Senado.
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El presidente Joe Biden elogió entonces las cualidades de su "amiga", en particular su papel como mujer pionera en política, informó la agencia de noticias AFP.
La senadora construyó un historial formidable, en particular, como líder de una prohibición federal de armas de asalto y, como la primera mujer en encabezar el influyente comité de inteligencia del Senado, investigando las torturas de la CIA después del 11 de septiembre.
En 1994 hizo que se adoptara una prohibición, durante diez años, de los fusiles de asalto y pasó a la historia con un informe de miles de páginas que demostró las mentiras de la CIA sobre la tortura en el contexto de la "guerra contra el terrorismo".
En su carrera de más de 30 años en el Congreso, durante la que forjó su reputación de política tenaz y pilar influyente de la Cámara Alta, desempeñó un papel destacado en cientos de leyes y en la búsqueda de puntos en común con los legisladores republicanos.
Así, apoyó la guerra del expresidente republicano George W. Bush en Irak y tuvo una gran influencia en el comité de inteligencia.
En febrero pasado, ante las crecientes preguntas sobre su edad y su estado físico, y su intermitencia en el Congreso, Feinstein había anunciado en que se retiraría a principios de 2025, cuando finalizara su mandato.
Previamente, se había enfrentado a pedidos de dimisión por preocupaciones sobre su salud, luego de que fuese cuestionada por la izquierda del Partido Demócrata, tras una investigación periodística que puso de relieve su deterioro cognitivo.
Antiguos asistentes parlamentarios describieron episodios de confusión mental, relatados en un artículo del New Yorker a finales de 2020.
Sus fallos de memoria también salieron a la luz durante una audiencia del exjefe de Twitter, Jack Dorsey, ante el Senado, a quien hizo la misma pregunta, palabra por palabra, dos veces seguidas.
La carrera para sucederla en un escaño demócrata despertó el interés de candidatos de alto perfil, Adam Schiff, expresidente de inteligencia de la Cámara de Representantes, que se enfrenta a sus compañeras del Congreso Katie Porter y Barbara Lee.
Sin embargo, la atención se centró en la promesa de instalar a una mujer negra en cualquier puesto vacante hecha en abril pasado por el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom.
Feinstein era uno de los nombres que salía a relucir durante los debates sobre la vejez de muchos altos cargos públicos en el país.
Biden, que se presenta a su reelección, tiene 80 años, y su rival y predecesor republicano, Donald Trump, tiene 77.
La antigua presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de 83 años, anunció en septiembre que volverá a ser candidata.
Con información de Télam