El líder catalán Carles Puigdemont presentó hoy en Bruselas, donde reside para evitar una orden de detención de la justicia española, las condiciones de su movimiento político Junts per Catalunya (JxC) para negociar su eventual apoyo a la investidura del nuevo jefe del Gobierno español, que incluyen una amnistía para los independentistas presos o acusados por sedición, como es su caso, mediante la firma de un "pacto histórico".
En una conferencia en la capital belga Puigdemont mencionó entre las condiciones el "respeto a la legitimidad del independentismo" catalán, "el abandono completo y efectivo de la vía judicial" contra los independentistas y la creación de un "mecanismo de verificación" del cumplimiento de los acuerdos.
El expresidente de la Generalidad de Cataluña entre 2016 y 2017 también reclamó fijar "como únicos límites los definidos por los acuerdos y tratados internacionales que hacen referencia a derechos humanos (individuales y colectivos) y las libertades fundamentales", reprodujo la agencia de noticias AFP.
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Las elecciones realizadas en España en julio pasado dejaron a JxC en el centro del tablero político, ya que su voto como el otras fuerzas regionales- hará inclinar la balanza hacia uno u otro lado.
Ninguno de los principales candidatos -el socialista Pedro Sánchez y el conservador Alberto Núñez Feijóo- tiene números suficientes para convertirse en presidente del Gobierno.
Ganador de los comicios, Núñez Feijóo asumió el encargo del rey Felipe VI de someterse a un debate de investidura en el Congreso los días 26 y 27 de septiembre, pero sus posibilidades de éxito son prácticamente nulas, ya que no lograría la mayoría parlamentaria ni aún sumando a la extrema derecha de Vox.
En cumplimiento de los pasos previos al debate de investidura Núñez Feijóo se reunirá hoy con el líder de Vox, Santiago Abascal, un encuentro que según Sánchez, que ayer se encargó de hacer un guiño de apoyo al reclamo catalán, no arrojará resultados positivos para asegurarle al jefe de la derecha el acceso al poder.
Puigdemont insistió este martes en que no hay negociaciones en marcha para definir a quién apoyará su movimiento, pero explicó cuáles son las condiciones para negociar ese eventual voto.
"Ninguna de estas condiciones previas es contraria a la Constitución y por lo tanto a ningún tratado europeo, y ni tan solo requieren un largo proceso legislativo, son condiciones previas que se han de poder cumplir antes de que se agote el plazo legal para evitar nuevas elecciones", dijo.
En opinión del dirigente independentista y actual eurodiputado, "no parece que el candidato de la derecha tenga los apoyos suficientes como para ser escogido (...) Tampoco los tiene el actual presidente" Sánchez.
Por ello, señaló, España "está enfrentada a un dilema", que se podría romper con la adopción de un "pacto histórico".
"No sorprenderá a nadie que diga que hoy no existen las condiciones para llegar a ese gran acuerdo. (...) Si hay voluntad real de encarar un acuerdo de esta naturaleza, estas condiciones deberían crearse", dijo.
Puigdemont mantuvo ayer en Bruselas una demorada reunión con Yolanda Díaz, dirigente del partido de izquierda Sumar y vicepresidenta segunda del gobierno en funciones de Sánchez.
La reunión fue "fructífera", según definieron Sumar y JxC en un breve comunicado, en el que afirmaron estar "de acuerdo en explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político".
A mediados de agosto, el apoyo de los independentistas catalanes ligados a Puigdemont permitió elegir a una socialista a la cabeza del Congreso de los Diputados, pero el líder regionalista insistió en que este espaldarazo no tenía ninguna vinculación con la investidura del nuevo jefe del Gobierno, prevista para fines de este mes.
Sánchez envió ayer un mensaje de invitación a la negociación con los catalanes en un discurso pronunciado en Barcelona, en el que dijo que era necesario "continuar avanzando en la solución de la grave fractura" en Cataluña.
"Apostar por el diálogo y también por la concordia son la mejor solución a esta crisis, una solución que es plenamente constitucional", expresó.
Por su parte, Feijóo cuestionó que sea Puigdemont quien tenga en sus manos la carta que definirá quién será el próximo jefe del Gobierno español, lo que calificó como una "anomalía democrática".
Con información de Télam