Un partido independentista vasco con orígenes en el brazo político del desaparecido grupo armado ETA podría ganar unas elecciones regionales en el País Vasco por primera vez el domingo, con posibles implicaciones para el tambaleante Gobierno nacional.
Los sondeos de opinión dan una estrecha ventaja a la formación independentista de izquierdas EH Bildu sobre el partido nacionalista de derechas PNV, que gobierna desde hace tiempo la región norteña, una de las más ricas de España y de Europa.
Ambos cuentan con alrededor del 30% de los votos, según los sondeos, lo que significa que ninguno podrá gobernar en solitario y cualquiera de los dos tendría que buscar el apoyo del Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ya se ha aliado habitualmente con el PNV en el pasado.
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El PSOE, a su vez, necesita el apoyo de los dos partidos vascos, así como de los independentistas catalanes, en un Congreso de los Diputados muy fragmentado para gobernar España.
Fundado en 2011 como una coalición de partidos de izquierda vascos, Bildu fue ilegalizado inicialmente por sospechas de su cercanía a ETA, cuyos militantes mataron a más de 850 personas en una lucha independentista de 50 años.
EH Bildu, algunos de cuyos miembros son antiguos militantes o simpatizantes de ETA, ha rechazado públicamente la violencia, pero no ha condenado las actividades del grupo armado.
Ha hecho campaña con una plataforma que no aboga por la independencia, sino por más competencias transferidas, y también se espera que se beneficie de la disminución del apoyo a Podemos, un partido de izquierdas que anteriormente formaba parte de la coalición del Gobierno nacional.
El año pasado, Sánchez se convirtió en el primer presidente del Gobierno español en negociar con EH Bildu, lo que provocó duras críticas de los opositores conservadores.
Durante la campaña electoral vasca, el PSOE trató de distanciarse de EH Bildu, señalando que estaba más inclinado a seguir gobernando con el PNV, lo que podría privarle del apoyo de EH Bildu a nivel nacional si este último saliera vencedor.
El País Vasco tiene uno de los PIB regionales per cápita más altos de Europa.
Desde que ETA anunció su disolución total en 2018, no ha habido intentos de secesión como la declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017, que provocó la peor crisis política de España en décadas.
Con información de Reuters
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