Los enfrentamientos de anoche entre la Policía y manifestantes de extrema derecha conta la amnistía a los secesionistas catalanes, frente a la sede madrileña del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fueron el eje de las críticas que el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien cuestionó la aministía al "chantaje independentista" y también a las protestas violentas, con lo que acumuló crìticas tanto del oficialismo como de sus aliados de Vox, quienes le endilgan plantear una "oposición blandita".
Feijóo condenó la violencia desatada anoche por los ultraderechistas en las calles de Madrid, pero señaló en su cuenta de X que "la amnistía genera inestabilidad, incertidumbre y pone palos en las ruedas de la economía".
Los términos de una ley de amnistía fueron ya negociados por el PSOE con Esquerra Republicana, el partido indepdentista en el poder en Cataluña, y están en ese mismo trance con Junts per Cataluña (Junts) en negociaciones que se desarrollan en Bruselas. Del resultado de esa negociación depende que Sánchez pueda ser investido una vez más como presidente del Gobierno de España antes de la fecha tope del 27 de noviembre.
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Feijóo agregó que la violencia no tenía cabida en democracia y que "siempre" se la debe rechazar.
"De un lado están los que cometen actos violentos y antidemocráticos junto a los que los amnistían. Del otro estamos los que condenamos lo uno y lo otro".
Estas críticas fueron replicadas por la ministra de Educación y vocera del PSOE, Pilar Alegría, para quien la condena de Feijóo a los ataques de anoche contra la sede central del socialismo llega "tarde, mal" y "arrastrado" por el criterio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rival del lìder partidario en la interna conservadora.
"Tarde, mal y arrastrado por la línea de Ayuso. Así es la condena a los actos que se están produciendo estos días por parte de Feijóo", afirmó Alegría esta mañana en una entrevista con el canal RTVE de España.
La ministra consideró que la condena de la violencia tiene que ser "sin paliativos" y que las palabras de Feijóo "vuelven a demostrar que es un político sin autonomía".
Pero el líder conservador no sólo fue criticado por los representantes del Gobierno en funciones, sino también desde la extrema derecha, que lidera su aliado y jefe de Vox, Santiago Abascal, quien lo acusó de "criminalizar" las protestas frente a la sede del PSOE.
Abascal, que convocó y participó de las manifestaciones, consideró que sus socios del PP en varios gobiernos regionales, alcaldías y en la Cámara de los Diputados, buscanser "una oposición blandita".
Según Abascal, "el mayor favor que se le puede hacer a los golpistas", en alusión al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez, "es criminalizar las protestas contra el golpe". "En eso están los pusilánimes y los interesados, los que aspiran a ser una oposición blandita, para que los golpistas no les insulten, los que ofrecen pactos a Sánchez o incluso a Junts, los que aspiran a heredar las ruinas", agregó
Este cruce de acusaciones es el cologón de los enfrentamientos de anoche, cuando alrededor de 7000 manifestantes convocados por representantes de la ultraderecha española, como Abascal, el del grupo Desokupa, Daniel Esteve, y el youtuber Alvise Pérez, se movilizaron en el centro de Madrid e intentaron vandalizar la sede central del PSOE ubicada en la calle Ferraz, por lo que fueron dispersados con gases por la Policía.
Las concentraciones ante la sede del PSOE en Madrid tienen lugar desde el viernes de la semana pasada, y han aumentado su número de asistentes progresivamente. La más multitudinaria fue la del martes, según datos de la Delegación del Gobierno.
Los manifestantes, que realizaban saludos fascistas, portaban banderas de España y carteles que denostaban al presidente del Gobierno de coalición, el socialista Pedro Sánchez, quien busca formar nuevamente gobierno en las próximas semanas, luego de que Feijóo no consiguiese los votos necesarios para su propia investidura.
En la movilización se escucharon gritos a favor del extinto dictador Francisco Franco y consignas antidemocráticas como "Aquí están todos los nazis, aquí los tenéis", entre otras incitaciones a la violencia, mientras que un grupo cantó el himno franquista "Cara al sol".
Otros encendieron bengalas coreando al unísono frases contra la izquierda como "puto rojo el que no bote" o "Pedro Sánchez, hijo de puta".
Según informó RTVE, hubo 39 heridos, de los cuales 29 eran policías.
Además, la Policía informó que detuvo a seis personas: cinco hombres y una mujer, de entre 19 y 44 años, y uno de ellos menor de edad de 17 años, según la Delegación del Gobierno en Madrid.
Con información de Télam