El Parlamento de Eslovaquia aprobó hoy, después de cuatro días de debate, el que será el tercer gobierno del primer ministro Robert Fico, basado en una curiosa alianza de dos fuerzas socialdemócratas y una conservadora que simpatizan con Rusia, lo que despertó algún recelo en el resto de Europa.
Varios de los opositores reprocharon a Fico la falta de objetivos concretos y claros para esta legislatura.
"Lo único que motivó a este gobierno fue el deseo de impunidad, y lo único para lo que este gobierno está preparado es para la venganza", advirtió el líder de la oposición, Michal Simecka, de Eslovaquia Progresista.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Por su parte, en su breve discurso, Fico aprovechó para criticar a los medios de comunicación y a las organizaciones no gubernamentales, a los que les reprochó querer controlar y gestionar el país, según recoge el diario Denník N.
El primer ministro consideró que "la línea de partida de la que parte este gobierno es muy accidentada y llena de minas y mecanismos diversos que lo ponen en riesgo extremo".
"El libre mercado está fracasando. Cualquier visión multicultural hoy ha quedado atrás y no produce el efecto que se esperaba de ella. Estamos en un período de conflictos bélicos y graves violaciones del Derecho Internacional", señaló Fico, que alertó sobre la existencia de un período de pérdida de autoridad de importantes organizaciones internacionales".
Fico prometió respetar la membresía en la Unión Europea y en la OTAN, aunque aclaró que la política exterior eslovaca "estará orientada hacia los cuatro rincones del mundo".
Fico es líder de Dirección-Socialdemocracia (Smer-SD), una fuerza de centroizquierda pero de tinte conservador en lo moral y en algunos aspectos antiinmigración, reseñó la agencia Europa Press.
La coalición incluye al europeísta Voz-Socialdemocracia (Hlas-SD) y al derechista rusófilo Partido Nacional Eslovaco (SNS).
Fico fue anteriormente primer ministro de Eslovaquia de 2006 a 2010 y de 2012 a 2018, año en el que se vio obligado a dimitir por el escándalo desatado por el asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak -y su novia Martina Kusnirova-, conocido por sus informes sobre la corrupción en el Gobierno.
Con información de Télam