(Actualiza con fin de la conferencia)
Los llamados a un alto el fuego en la Franja de Gaza fueron la principal demanda surgida en la conferencia sobre ayuda humanitaria para el enclave palestino celebrada en París, que cerró sin declaración final ni grandes avances, y que estuvo marcada por la ausencia de representantes israelíes y pocos delegados de naciones árabes.
"En lo inmediato tenemos que trabajar para proteger a los civiles. Esto requiere una pausa humanitaria muy rápida y tenemos que trabajar para lograr un alto el fuego", declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, al abrir la conferencia.
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El mandatario subrayó el derecho de Israel a defenderse, pero "respetando el derecho internacional y protegiendo a los civiles" gazatíes.
Israel lanzó una campaña de bombardeos en Gaza el 7 de octubre en respuesta al ataque de Hamas que mató a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, en suelo israelí, y secuestró a otras 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina
Más de 10.800 personas, entre ellas más de 4.400 niños, murieron bajo las bombas israelíes en la Franja de Gaza.
"La lucha contra el terrorismo no puede llevarse a cabo sin reglas", agregó Macron, en alusión a la lucha contra Hamas, que es considerada una organización terrorista por Francia y la Unión Europea (UE) y que desde 2007 gobierna la Franja de Gaza tras haber expulsado del poder a Al Fatah, el partido laico del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas.
Macron también expresó su confianza en la ANP, "la única legítima para representar al pueblo palestino y su causa".
"Sé que puedo contar con ustedes", afirmó el presidente francés.
"¿Cuántos palestinos tienen que morir para que termine la guerra?", dijo, por su parte, el primer ministro de la ANP, Mohammed Shtayyeh, enumerando las necesidades, que van desde curar a los heridos, hasta el suministro de agua, electricidad y medicamentos.
En tanto, el representante de Brasil en la conferencia en París, el exministro Celso Amorim, abogó por un "cese del fuego" y estimó que la muerte de miles de niños en bombardeos israelíes hace pensar en un "genocidio".
"Reitero la condena de Brasil a los ataques terroristas contra el pueblo israelí y la toma de rehenes. Sin embargo, esos actos bárbaros no justifican el uso indiscriminado de la fuerza contra los civiles", aseguró Amorim en un discurso en inglés citado por la agencia de noticias AFP.
"La muerte de miles de niños es impactante. Inevitablemente nos viene a la mente la palabra genocidio", agregó el consejero del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante el evento.
Amorim consideró que la situación actual forma parte de "un conflicto más amplio que ya dura 75 años" y cuya solución, en su opinión, es "el reconocimiento de un Estado palestino viable" junto a Israel "con fronteras seguras y aceptadas" por ambos.
Francia organizó esta conferencia, que se celebró en la víspera del anual Foro de París sobre Paz, para reunir a los principales donantes y acelerar la ayuda -alimentos, energía o equipos médicos- en la Franja de Gaza, que registra además un éxodo de sus habitantes hacia el sur.
Naciones Unidas estima que se necesitarán 1.200 millones de dólares de ayuda para las poblaciones de Gaza y Cisjordania de aquí a finales de año.
Israel no participó en la conferencia, aunque el presidente francés acordó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pasarle el parte del evento en una conversación telefónica al término de la reunión, según la Presidencia francesa.
Sí participó el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, que dijo que el organismo "no puede contribuir" al desplazamiento forzado de gazatíes hacia el sur de la Franja de Gaza, en referencia a los corredores abiertos los últimos dos días para evacuarlos hacia el norte.
"(Naciones Unidas) no puede contribuir a la propuesta unilateral de empujar a palestinos hacia el sur de Gaza", expresó Griffiths quien alertó que existen "serias preocupaciones" al respecto.
"En nombre de la comunidad humanitaria a la que represento, puedo decirles que existen preocupaciones por la seguridad de los civiles en las denominadas zonas seguras si no hay acuerdo entre todas las partes sobre su establecimiento", expresó.
"Preocupa que no existan condiciones satisfactorias en ninguna parte de Gaza para garantizar un refugio, alimentos, agua, saneamiento y salud adecuados", continuó antes de matizar que esta preocupación se extiende a la "protección de todos los civiles en cualquier lugar de Gaza".
Griffiths también recalcó la necesidad de un "alto el fuego humanitario" e insistió en que la cifra de civiles muertos es "devastadora".
Trece ONG, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF) y Oxfam, llamaron ayer a los dirigentes que participan en la conferencia a "hacer todo lo que esté en su mano para obtener un cese del fuego inmediato" y un mayor acceso de la ayuda.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini, aseguró hoy en declaraciones a la emisora Radio France Internacional que "Naciones Unidas nunca ha registrado tantos muertos en tan poco tiempo en un conflicto".
La reunión, que no contó con participaciones de alto nivel, a excepción de algunos primeros ministros europeos y los jefes de las principales instituciones de la UE, no contó con una declaración final.
Una decena de ONG expresaron su descontento durante una rueda de prensa conjunta tras la conferencia.
"Estamos bastante decepcionados porque no hubo consenso sobre un cese del fuego inmediato (...) Más allá de la ayuda movilizada, el reto es de hacerla entrar en Gaza", estimó Jean-François Corty, de Médicos del Mundo.
Aunque los llamados a "pausas" humanitarias, "treguas" o "ceses del fuego" aumentaron en las últimas semanas, Netanyahu aseguró que mantendrá su ofensiva si el movimiento islamista no libera a los rehenes.
Con información de Télam