Cuando la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, entrevistó a Tim Walz para ser su compañero de fórmula para la candidatura presidencial demócrata, el gobernador de Minnesota le preguntó: "¿Cómo puedo ayudar?", dijeron dos fuentes cercanas al proceso.
Su interés principal en apoyarla -en lugar de preguntarse cuánto poder tendría en el puesto- fue un gran punto a su favor, dijeron.
En las semanas transcurridas desde entonces, Walz ha tratado de pulir la imagen de Harris en la campaña, alabando a una mujer ridiculizada por su rival republicano, Donald Trump, y algunos de sus partidarios, por su risa fácil para "devolver la alegría" a la política estadounidense.
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Los demócratas que le apoyan dicen que es un modelo de masculinidad para un Estados Unidos moderno, un hombre que se siente cómodo rindiendo cuentas a una mujer, capaz de utilizar su "privilegio blanco" para impulsar a las mujeres de color y promover los derechos reproductivos, al mismo tiempo que disfruta cazando, pescando y arreglando coches.
Los republicanos han cuestionado su historial militar, sus políticas económicas y su apoyo a los movimientos e ideas sociales de izquierda, incluidas las cuestiones relativas a las mujeres y al colectivo LGBTQ. Después de que Harris eligiera a Walz, el asesor principal de Trump, Stephen Miller, lo apodó "Tampón Tim" en X, burlándose de una ley que Walz firmó como gobernador que requiere que las escuelas proporcionen toallas sanitarias, tampones u otros productos para "todos los estudiantes menstruantes" en los baños, lenguaje que pretende incluir a estudiantes trans.
Preguntada por el papel de Walz como partidario de Harris, la portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, dijo: "Walz está obsesionado con difundir por todas partes la agenda peligrosamente liberal de California".
Pero el apoyo de Walz a las mujeres, y en particular a una mujer negra, es parte de su atractivo para la izquierda política durante unas elecciones en las que el derecho al aborto está en primer plano y las encuestas muestran una creciente brecha de género, con las mujeres, especialmente las más jóvenes, abrazando al Partido Demócrata, dicen los estrategas demócratas.
"Está haciendo la masculinidad de la manera correcta", dijo Cameron Landin, de 20 años, un delegado de Georgia que vio a Walz en una reunión del Caucus Hispano el lunes. "Está desempeñando un papel de apoyo a la vicepresidenta Harris, a todo el partido, aportando energía, sin tratar necesariamente de hacerse cargo y dominar", añadió.
El aparente apoyo incondicional de Walz a Harris podría necesitar algunos ajustes si ella se convierte en la primera mujer en la Casa Blanca, advierten algunos historiadores.
Para ocupar con éxito el cargo se necesita "alguien que pueda entrar en el Despacho Oval y decirle a él o la presidenta que está equivocada", dijo Joel Goldstein, profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Saint Louis, autor de dos libros sobre la vicepresidencia.
La personalidad de Walz suele contrastarse con la de su rival republicano por la vicepresidencia, el senador por Ohio JD Vance, quien en 2021 dijo que Estados Unidos estaba siendo dirigido por "un puñado de señoras de gatos y sin hijos", refiriéndose a Harris y otros demócratas.
Un sondeo de la Universidad Quinnipiac entre votantes de Pensilvania, estado disputado, mostró que el 59% de los partidarios de Harris estaban más entusiasmados con la candidatura después de que ella eligiera a Walz como compañero de fórmula, frente al 43% de los partidarios de Trump y Vance.
(Reportaje de Andrea Shalal; información adicional y redacción de Heather Timmons; información adicional de Nandita Bose; Editado en español por Héctor Espinoza)
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