Nicolás Maduro, que llegó al poder al hace 11 años tras el fallecimiento del expresidente Hugo Chávez, no parece considerar que pueda perder las elecciones del 28 de julio, que le darían un tercer mandato y extenderían a un cuarto de siglo el Gobierno socialista.
"Llueve, truene o relampagueé (...) vamos a ganar por paliza", dijo el excanciller y exchofer de autobús, quien fue uno de los hombres de mayor confianza de Chávez.
Maduro, de 61 años y quien llegó a la presidencia en 2013, después de la muerte de Chávez y fue reelegido en 2018 en una votación que la oposición y muchos países consideraron fraudulenta, se ha mostrado confiado, aunque el opositor Edmundo González dice que tiene ventaja y la situación económica es difícil.
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"Este Consejo Nacional Electoral tiene aquí en sus manos los resultados oficiales: con el 90% del computo de las mesas el candidato Nicolás Maduro obtiene una victoria irreversible", leyó Maduro con mucha seriedad un papel, simulando el anuncio de los resultados, durante un acto de campaña.
González, un exdiplomático de 74 años, fue nombrado candidato de la coalición opositora después de que se inhabilitó a María Corina Machado, la ganadora de las primarias de la oposición. Otros nueve candidatos también están en la papeleta.
Maduro ha dicho que su victoria será un regalo para Chávez, en el día en que habría cumplido años.
Durante el Gobierno de Maduro la economía se ha contraído durante años y los venezolanos han soportado una voraz hiperinflación, que empujó a millones a emigrar. Sin embargo, luego logró controlar la espiral alcista de precios y dice que en 2024 se espera un crecimiento económico de un 8%.
Aun así, casi el 82% de los venezolanos vive en la pobreza y el 53% en la pobreza extrema, con ingresos insuficientes para acceder a una canasta básica de alimentos, afirmó en febrero un relator especial de la ONU al término de una visita.
Maduro suele llamar "hijos de su madre", "demonios fascistas" y "los apellidos" a los miembros de la coalición opositora, a quienes ha acusado de causar daños al sistema eléctrico y de querer denunciar fraude en las elecciones.
El candidato oficialista también los califica de "patarucos", o un gallo que no es bueno para la pelea, y dice en los mítines que él es un "gallo pinto", o un hombre fuerte con mayor capacidad de gobernar, en los que alaba las virtudes energéticas de un batido verde que bebe en cada acto de campaña.
"BAÑO DE SANGRE"
Muchos críticos lo acusan de autoritarismo, de liderar un régimen dictatorial y de mantener en prisión a políticos opositores y de perseguir a simpatizantes de la oposición, así como de no permitir la libre participación en los comicios mediante prohibiciones electorales a candidatos.
Maduro, cuyo rostro aparece en 13 de las 38 casillas de la boleta electoral, niega las acusaciones y dice que garantiza la paz y un nuevo período de crecimiento en el que Venezuela ya no dependerá exclusivamente de la renta petrolera.
Casi el 58% de los ingresos del país en 2024 procederán del petróleo, pese a la escasa producción del sector, de acuerdo con cifras oficiales a las que accedió Reuters.
"El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil (...) producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria", dijo Maduro la semana pasada en una tarima, durante un acto electoral en el que le acompañaba su esposa, Cilia Flores.
Estados Unidos, que mantiene vigente una acusación y una recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro, volvió a imponer sanciones petroleras a Venezuela a mediados de abril, porque dice que Maduro no ha cumplido a cabalidad con las garantías electorales que ofreció a la oposición.
Ambos Gobiernos reanudaron conversaciones directas este mes y uno de los temas fueron las elecciones.
Maduro y Flores no tienen hijos juntos, pero sí de relaciones anteriores. El único hijo del presidente, de 34 años y que lleva su mismo nombre, lo acompaña en cada acto de campaña.
El rostro de Maduro está en numerosos carteles pegados en postes de luz, murales pintados y enormes anuncios publicitarios en las principales vías de Caracas, además, recientemente se estrenó una película y se lanzó un libro sobre su vida.
"Tráeme un jugo verde Cilita, lo necesito, aquí está la fuente de la energía", le pidió Maduro a su esposa en una concentración con seguidores en Caracas la semana pasada.
Los ingredientes son pepino, apio criollo, jengibre, manzana verde, limón y espinaca, contó el mandatario, y se debe preparar en un extractor de jugos. "No en una licuadora", aclaró.
Con información de Reuters