Los estadounidenses comenzaron el viernes a depositar sus primeros votos en persona para una elección presidencial que se realizará en seis semanas y que tanto líderes republicanos como demócratas consideran la más importante en generaciones.
La vicepresidenta Kamala Harris, y otros líderes de su partido han descrito a Donald Trump como una amenaza para la democracia, mientras que el candidato republicano ha dicho que debe ganar para salvar al país del dominio demócrata.
La votación en persona marca la recta final de seis semanas hasta la jornada electoral del 5 de noviembre en medio de una campaña que, en los dos últimos meses, ha visto a Harris tomar el relevo del presidente Joe Biden como candidata demócrata y a Trump escapar por poco de un intento de asesinato en Pensilvania y de aparentemente otro el domingo en su club de golf de Florida.
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La mayoría de los estados ofrecen alguna forma de voto anticipado en persona. Las primeras votaciones en persona tuvieron lugar en Virginia, Minnesota y Dakota del Sur, a los que seguirán varios estados más a mediados de octubre.
Aunque Trump ha expresado con frecuencia su escepticismo sobre el voto anticipado en el pasado, el Comité Nacional Republicano ha adoptado el concepto este año como una forma importante de acumular votos por adelantado, ya que el clima y otros factores pueden afectar a la participación el 5 de noviembre.
Los demócratas han aprovechado las opciones de votación anticipada en las últimas elecciones, acumulando millones de votos en el proceso.
En 2018, los demócratas representaron el 41% de los votos anticipados en los 24 estados que proporcionan datos partidistas, en comparación con el 35,1% de los republicanos, según el Proyecto de Elecciones de Estados Unidos de la Universidad de Florida.
En 2022, esa brecha se amplió, con los demócratas representando el 42,5% de los votos anticipados y los republicanos el 33,8%.
Con información de Reuters