Donald Trump promocionó su plan para acabar con los impuestos sobre las propinas en un acto el viernes en Las Vegas, tratando de dejar atrás una semana en la que se vio eclipsado por Kamala Harris y tuvo problemas para mantener el foco en cuestiones políticas y no en los ataques personales a su oponente.
Desde un atril instalado en un restaurante mexicano, el candidato republicano habló de su plan para eliminar los impuestos sobre el 100% de las propinas a camareros y otros empleados de servicios.
También habló de los esfuerzos de su campaña para cortejar a los votantes hispanos en Nevada, un estado disputado que podría ayudar a decidir las elecciones del 5 de noviembre.
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La propuesta fiscal es uno de los pilares de la agenda económica de Trump y el tipo de asunto en el que sus asesores le han estado presionando para que se centre en lugar de en sus frecuentes ataques personales contra el aspecto, el patrimonio y la inteligencia de Harris, advirtiéndole que eso podría alejar a los votantes moderados que necesita para ganar.
Los comentarios de Trump se dieron un día después de que Harris aceptara la nominación presidencial del Partido Demócrata con un discurso en el que expuso amplios principios de política exterior y fuertes contrastes con el multimillonario, a 11 semanas de la jornada electoral.
A lo largo de los cuatro días que duró la convención demócrata, Trump protagonizó actos propios por todo el país, con la esperanza de robar algo de atención mediática a Harris.
Sin embargo, sus discursos sobre política exterior, economía y delincuencia apenas recibieron atención, un giro sorprendente para un político acostumbrado a dominar los titulares.
Trump y sus asesores esperan que el bullicioso final de la convención del jueves marque el fin del periodo de "luna de miel" para Harris, que emergió como la candidata demócrata hace poco más de un mes, después de que el presidente Joe Biden abandonara la carrera.
Durante el discurso de aceptación de Harris en Chicago, Trump la atacó con decenas de mensajes en su plataforma Truth Social, llamándola mentirosa, "marxista" y "camarada Kamala Harris". Con un mensaje en mayúsculas se limitó a preguntar: "¿ELLA ESTÁ HABLANDO DE MÍ?".
William Rosenberg, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Drexel, dijo que los ataques personales de Trump contra Harris subrayan su frustración por tener que enfrentar a una mujer birracial, una tarea complicada por su historial de hacer comentarios racistas. "Su ira y sus palabras lo dicen todo", destacó Rosenberg.
Harris ha subido en las encuestas desde que entró en la carrera, y el sitio web de encuestas FiveThirtyEight la ubica delante de Trump en seis de los siete estados clave en disputa.
También está recaudando más que el republicano. Esta semana, su campaña comunicó a la Comisión Electoral Federal que había recaudado 204 millones de dólares el mes pasado, frente a los 48 millones declarados por el principal grupo de recaudación de fondos de Trump.
Una pregunta que queda por responder es si Harris también superará a Trump en las próximas semanas.
Biden hizo relativamente pocas paradas de campaña, lo que alivió la presión sobre Trump para que viajara más por todo el país. Eso puede cambiar ahora con Harris.
Trump viajará a Detroit el lunes para intervenir en una conferencia de la Asociación de la Guardia Nacional y tiene previsto pronunciar un discurso en la cumbre anual de un grupo de mujeres conservadoras en Washington el viernes. La portavoz de la campaña, Karoline Leavitt, dijo que realizaría al menos una parada de campaña adicional entre esos dos actos.
La campaña de Harris aún no ha dado a conocer detalles de sus movimientos para la próxima semana.
Con información de Reuters
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