El presidente Donald Trump ordenó el martes poner fin a toda financiación o apoyo federal a la asistencia sanitaria que ayude a la transición de los jóvenes transgénero, una nueva medida enmarcada en una serie de actuaciones para limitar los derechos de las personas transgénero en sus primeros ocho días en el cargo.
La orden ejecutiva, que seguramente se enfrentará a desafíos legales, sigue a otra orden que prohíbe a las personas transgénero servir en las fuerzas armadas y otras que apelan a los partidarios más conservadores de Trump al limitar los programas de diversidad, equidad e inclusión.
La orden cumple una promesa de campaña de poner fin a la "mutilación sexual infantil", una aparente referencia a la atención sanitaria relacionada con la transgeneridad, como los bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal que ayudan a las personas en la transición de un género a otro.
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"La política de Estados Unidos es que no financiará, patrocinará, promoverá, ayudará o apoyará la llamada 'transición' de un niño de un sexo a otro, y hará cumplir rigurosamente todas las leyes que prohíben o limitan estos procedimientos destructivos y que alteran la vida", dice la orden ejecutiva de Trump.
Los partidarios de Trump, como Alliance Defending Freedom, un bufete de abogados cristianos, aplaudieron la orden como "un refrescante retorno a la cordura", mientras que los opositores, como Marci Bowers, ginecóloga y cirujana que proporciona atención transgénero, dijeron que Trump "tendría las manos manchadas de sangre."
Aunque estas terapias han sido atacadas por los conservadores religiosos y el Partido Republicano, las principales asociaciones médicas las han respaldado y, en algunos casos, han considerado que han salvado a jóvenes transgénero angustiados y con pensamientos suicidas.
Los republicanos que gobiernan en más de la mitad de los 50 estados han aprobado leyes o políticas que prohíben la atención a menores para la reafirmación de su género, algunas de las cuales han sido bloqueadas o anuladas por los tribunales.
Chase Strangio, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) que argumentó contra la ley de Tennessee ante la Corte Suprema, dijo que la orden ejecutiva sería impugnada ante los tribunales.
Lambda Legal, una organización de derechos civiles LGBTQ, también dijo que estaba "lista para luchar" contra la orden de Trump, diciendo que causaría "dolor y sufrimiento innecesarios" para los jóvenes transgénero y sus padres.
La orden tiene como objetivo bloquear los pagos de Medicare para este tipo de atención médica e inhibir la Sección 1557 de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, también conocida como Obamacare, que prohíbe a las compañías de seguros negar cobertura a pacientes transgénero.
Con información de Reuters
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