Tras décadas de lucha, una tribu indígena estadounidense obtuvo el derecho a reanudar sus tradiciones de caza frente a las costas del estado de Washington cuando los reguladores federales concedieron el jueves una exención que permite los makah cazar hasta 25 ballenas grises durante una década.
Como parte de su tratado de 1855 con el Gobierno de Estados Unidos, la tribu Makah se aseguró el derecho a seguir cazando ballenas, una tradición que describe como el núcleo de sus creencias y prácticas espirituales. Pero las medidas conservacionistas del siglo XX pusieron trabas a esta práctica.
En 2002, un tribunal federal dictaminó que la tribu debía obtener una exención de la moratoria sobre la caza de ballenas en virtud de la Ley de Protección de Mamíferos Marinos de 1972.
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El jueves, tras décadas de litigios, revisiones medioambientales, procesamientos penales de cazadores tribales, reuniones públicas y conversaciones con las autoridades federales y la Comisión Ballenera Internacional, el Gobierno estadounidense concedió la exención.
"Las medidas adoptadas hoy respetan los derechos de la tribu Makah y su tradición cultural ballenera, que se remonta a hace más de 1.000 años y es fundamental para su identidad y patrimonio", declaró en un comunicado Janet Coit, administradora adjunta de Pesca de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA, por su sigla en inglés).
La exención permite a la tribu "una caza de subsistencia y ceremonial limitada" de hasta 25 ballenas grises del Pacífico Nororiental durante un periodo de 10 años, aunque la tribu debe firmar acuerdos y recibir un permiso del departamento de Pesca antes de cada caza. No podrán cazar más de dos o tres ballenas en un solo año, según las cuotas de la Comisión Ballenera Internacional.
El presidente del Consejo Tribal Makah, Timothy Greene, Sr., dijo que conseguir la exención llevó un tiempo injustamente largo, pero que la tribu celebraba la decisión del jueves.
"La caza de ballenas sigue siendo fundamental para la identidad, cultura, subsistencia y espiritualidad del pueblo Makah, y consideramos sagrada a la ballena gris", afirmó en un comunicado.
"En el tiempo transcurrido desde nuestra última cacería exitosa en 1999, hemos perdido a muchos ancianos que poseían el conocimiento de nuestras costumbres balleneras, y otra generación Makah entera ha crecido sin la capacidad de ejercer nuestro derecho del Tratado".
La ballena gris del Pacífico Norte Oriental fue retirada de la lista de especies en peligro de extinción en 1994. La oficina de Pesca de la NOAA estima que la población ha crecido hasta las 19.000 ballenas grises, basándose en los censos de 2023-2024.
(Reportaje de Jonathan Allen. Editado en español por Héctor Espinoza)