La gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, dijo en las últimas horas que enviará soldados de la Guardia Nacional a la frontera de Estados Unidos con México porque el Gobierno del presidente Joe Biden "se niega a hacer su trabajo".
"De nuevo el gobierno federal se niega a hacer su trabajo de asegurar nuestra frontera y mantener a nuestras comunidades seguras", expresó Hobbs en la noche del viernes al criticar al mandatario de su mismo partido.
"Con esta orden ejecutiva, actúo donde el Gobierno federal no lo hace", agregó la gobernadora demócrata, cuyo estado es un objetivo clave para los republicanos.
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La semana pasada, Hobbs había criticado a Biden después del cierre de un punto de entrada controlado, con el argumento de concentrar recursos para detener la migración en otros de ingreso irregular.
"No podemos solos, Arizona necesita recursos y poder humano para reabrir el cruce de Lukeville, administrar el flujo de migrantes, y mantener una frontera segura, ordenada y humana", apuntó la gobernadora.
"A pesar de los continuos pedidos por apoyo, el Gobierno de Biden se niega a enviar los desesperadamente necesarios recursos a la frontera de Arizona", sostuvo Hobbs, citada por la agencia de noticias AFP.
Para su sobrevivencia económica, varias comunidades de la región dependen de la migración legal a través del paso Lukeville, y su cierre afecta a familias que viven a ambos lados de la frontera.
La migración es tema clave para los republicanos de cara a las elecciones presidenciales del año que viene y Hobbs, al frente de un estado pendular como Arizona, se siente vulnerable.
Hobbs envió la semana pasada una carta a la Casa Blanca, junto con los dos senadores del estado, el demócrata Mark Kelly y la independiente Kyrsten Sinema, pidiendo el envío de la Guardia Nacional para reabrir el cruce de Lukeville.
Hobbs derrotó en las elecciones de 2022 a la republicana Kari Lake, exconductora de televisión que aún no reconoce su derrota en las urnas.
El tema migratorio jugará un papel clave en la presidencial del próximo año, en la que todo parece indicar que Biden, de 81 años, peleará la reelección contra el republicano de 77 años, Donald Trump.
Trump conquistó al electorado en 2016 con un férreo discurso antimigración, que está de nuevo y más radicalizado en el centro de su campaña política
Biden, por su parte, intenta equilibrar los reclamos de un sector de la sociedad estadounidense por mayores restricciones fronterizas, con las voces de su partido que abogan por un sistema migratorio más humano.
Activistas coinciden en que ninguno de los dos partidos manifiestan voluntad política para impulsar una reforma del sistema migratorio que realmente atienda la situación.
Con información de Télam