La precandidata presidencial estadounidense Nikki Haley perdió contra la opción "Ninguno de estos candidatos", en la simbólica primaria celebrada ayer por su Partido Republicano en el estado de Nevada, en un vergonzoso revés para la única rival de Donald Trump en esa elección interna.
El resultado no tiene valor en la nominación presidencial republicana porque esta primaria no otorga delegados, debido a una disputa entre las autoridades del estado y los dirigentes del partido, que mañana celebrarán un caucus sí válido, con Trump como único candidato.
Pero en el plano simbólico supone un duro golpe para Haley, derrotada en las internas de Iowa y New Hampshire por Trump y camino a perder, según sondeos, también este mes en su estado de Carolina del Sur, del que fue gobernadora entre 2011 y 2017, y donde esperaba hacerse fuerte.
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Los resultados publicados más de dos horas después del cierre de las urnas en Nevada mostraron un 32% de votos para la exembajadora estadounidense en la ONU, contra más del 61% para la opción "Ninguno de estos candidatos", informó la agencia de noticias AFP.
Aunque no participaba en la votación de este estado, el equipo de Trump había animado a sus bases a votar en contra de su principal rival en la carrera para la nominación republicana.
La campaña de Haley restó importancia al resultado.
"No nos molestamos en luchar un juego amañado por Trump. Vamos a toda máquina antes de Carolina del Sur y más allá", dijo un vocero del equipo de campaña de Haley a la cadena CNN.
Nevada celebró el martes las elecciones primarias tanto para el Partido Republicano como para el Demócrata, obligadas por un cambio en la ley estatal.
En la contienda demócrata, el presidente Joe Biden salió vencedor, según las proyecciones de los medios estadounidenses.
Antes, los dos partidos mayoritarios escogían a sus delegados en Nevada en unos caucus, unas asambleas electorales en las que los votantes registrados deben asistir presencialmente durante horas.
Pero en 2021 los legisladores estimaron que un proceso de primarias permitiría una mayor participación porque los electores podrían votar por correo o emitir votos en ausencia.
Pero la dirección republicana de Nevada, afín a Trump, se mostró recelosa de estas medidas e ignoró el proceso de primarias para mantener el sistema de elección tradicional.
También decretó que cualquier candidato que participara en las primarias no podría hacerlo en el caucus de mañana, la única interna válida, con lo que Haley no podrá estar en la boleta y el triunfo de Trump está asegurado.
Los críticos dijeron que aunque no es ilegal, el proceso está amañado para garantizar una victoria de Trump, que, a pesar de los cuatro procesos penales que hay en su contra, se mantiene como favorito de cara a las elecciones de noviembre.
El magnate y expresidente de 77 años puede asegurar la nominación republicana a mediados de marzo, cuando podría haber acumulado una ventaja insalvable de votos entre los delegados de su partido.
Su propio partido y su eventual rival Biden, de 81 años, ya han reconocido que será él el candidato republicano.
Las encuestas apuntan a otra clara victoria de Trump en Carolina del Sur el 24 de febrero, lo que podría echar ya de la carrera a Haley, aunque ella ha prometido luchar hasta el final.
Las elecciones presidenciales del 5 de noviembre se anuncian muy disputadas. Los sondeos muestran a Biden empatado o ligeramente por detrás de Trump y con la peor valoración de un presidente en décadas.
Una encuesta de la cadena NBC publicada el domingo pronosticó que Trump conseguiría un 47% de votos y Biden un 42%.
Los estadounidenses no se muestran demasiado entusiasmadas con una reedición de las elecciones de 2020 entre dos candidatos que muchos ven como demasiado ancianos para dirigir el país.
Con información de Télam