Un ejército de voluntarios privados, entre ellos arrieros y pilotos de helicóptero, están ayudando a distribuir suministros y rescatar a víctimas varadas después de que una de las tormentas más mortíferas de la historia reciente de Estados Unidos arrasara las montañas del oeste de Carolina del Norte.
Una semana después de que Helene azotara el Panhandle de Florida y devastara amplias franjas de media docena de estados, miles de personas permanecían aisladas en los alrededores de Asheville, Carolina del Norte, con muchas carreteras intransitables y equipos de telecomunicaciones dañados o destruidos.
El aislamiento de las comunidades montañosas ha complicado la ingente labor de socorro emprendida por las autoridades federales, estatales y locales, mientras muchos residentes se han ofrecido a ayudar.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Entre ellos Ben Miller, agente inmobiliario y padre de dos hijos de la zona de Winston-Salem, que ha estado llevando suministros a la zona afectada. "Ha sido muy intenso", dijo. "Parecía que esto no podía pasar aquí".
Miller dejó 27.000 botellas de agua en Marion, a las afueras de Asheville, el domingo. Al día siguiente, el hombre de 44 años llevó ayuda a Spruce Pine, un pueblo remoto donde tiene raíces familiares.
"Sé lo difícil que es llegar a algunas de esas zonas cuando fuera hace 60 grados y está totalmente seco. Así que cuando esto empezó a desarrollarse, me di cuenta de que había muchos lugares a los que iba a ser difícil llegar", dijo Miller.
Miller reunió donativos de empresas y familias del equipo de fútbol de su hijo, incluidos grandes contenedores para distribuir agua para la limpieza, el lavado y las cisternas de los inodoros.
Además de los esfuerzos individuales, varios grupos de voluntarios están complementando los canales oficiales de ayuda en caso de catástrofe, una larga tradición que incluye a la llamada Armada Cajún, una flotilla ad hoc de civiles que ayudaron a rescatar a personas varadas en Luisiana tras el huracán Katrina de 2005.
Un grupo voluntario de pilotos privados, el Altitude Project, dice haber recaudado 200.000 dólares esta semana para financiar las operaciones, dijo su miembro Andrew Everhart, propietario de una agencia de seguros.
Entre sus compañeros voluntarios hay un piloto de carreras profesional, el propietario de una empresa de distribución y logística, y otros que trabajan en el sector inmobiliario comercial y en la creación de contenidos para redes sociales.
"Son muchos tipos que tienen aviones y helicópteros y muchos contactos, y decidimos unir nuestras fuerzas para crear algo propio y ayudar a la gente", explica Everhart.
El Altitude Project ha estado distribuyendo suministros desde un almacén de 2.320 metros cuadrados en Charlotte a las comunidades cercanas a Asheville, donde a finales de la semana pasada cayeron 50 cm de lluvia en cuestión de horas.
"Normalmente el gobierno tarda tres, cuatro o cinco días en coordinar una respuesta, así que decidimos ponernos en marcha", agregó Everhart.
LA TORMENTA MÁS MORTÍFERA DESDE KATRINA EN 2005
Helene, que ha matado a más de 200 personas, es la tormenta con nombre más mortífera que ha azotado el territorio continental de Estados Unidos desde el Katrina, aunque el ciclón de 2005 se cobró un número de víctimas mucho mayor, estimado en 1.400 en un informe de 2023 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
El número de personas desaparecidas tras el paso de Helene sigue sin estar claro. A principios de semana, las autoridades lo cifraron en cientos, pero se ha ido reduciendo a medida que se restablecen lentamente las comunicaciones y se localiza a las víctimas de la tormenta que han quedado varadas.
La respuesta oficial ha incluido 1.000 militares en activo a los que el Presidente Joe Biden ha ordenado ayudar. Además, se han desplegado 4.800 personas de la plantilla federal y 6.000 efectivos de la Guardia Nacional de 12 estados, según la Casa Blanca.
Estaba previsto que llegaran otros 600 efectivos de búsqueda y rescate para complementar el incalculable número de equipos de rescate y socorro estatales y locales.
También se están movilizando voluntarios, como la compañía de vuelos Aeroluxe Aviation, con sede en Tennessee, que ha enviado a la zona un equipo de tierra y tres helicópteros Robinson 44, según ha declarado su copropietario, Brook Barzyk.
De acuerdo con Barzyk, Aeroluxe ha realizado unas 150 entregas de agua, alimentos, artículos para bebés, combustible y sistemas de satélite Starlink, y cada helicóptero puede transportar 180 kg de suministros.
"Cuando aterrizamos en algunas de las comunidades en las que tratamos con sus residentes, todos se han mostrado extremadamente agradecidos y muy, muy serviciales, hasta el punto de que tenemos que vigilarlos mientras apresuran hacia el helicóptero porque están muy emocionados", añadió Barzyk.
El fabricante de componentes aeronáuticos Acme Aero indicó en un post de Facebook que el lunes había recuperado a 144 personas, 120 de ellas mayores de 68 años. También tenía previsto entregar hasta 200 sistemas de satélite Starlink a los cuerpos de bomberos rurales.
Otros se han desplazado por tierra a pie ... y a pata.
El rancho Mountain Mule Packer de Raeford, Carolina del Norte, está llevando mulas con suministros a zonas aisladas, según sus publicaciones en Facebook. Se especializa en "trenes de suministro de animales de carga para terrenos extremos" y en servicios a unidades militares que operan en zonas remotas y de gran altitud, según su sitio web.
El propietario de un negocio local, Dave Gindlesperger, de 60 años, se unió a otras personas en las montañas, a unos 72 km al noreste de Asheville, para registrar las casas. En algunos casos, las viviendas habían desaparecido, arrastradas por las aguas.
En otras zonas, comunidades enteras habían quedado destruidas. "Fuimos a algunas y no había nada", relató.
Montados en vehículos todoterreno, Gindlesperger y otros se abrieron paso entre los árboles derribados con motosierras para llegar a los domicilios.
"Ayer fue el primer día que pude sentarme y llorar y, ya sabes, hacerme a la idea", dijo Gindlesperger, natural de Carolina del Norte, que regenta tres tiendas de muebles y artículos para el hogar, incluida una en Boone que quedó destruida.
Con información de Reuters