El hambre alcanzó su punto más alto en Estados Unidos en casi una década el año pasado, con 18 millones de hogares, o el 13,5%, luchando en algún momento para asegurar suficientes alimentos, según un informe del Departamento de Agricultura publicado el miércoles.
El hambre lleva aumentando en el país desde 2021, tras años de descenso. Los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos mostraron el año pasado un aumento de la inseguridad alimentaria tras el fin de los programas que ampliaron la ayuda durante la pandemia del COVID-19.
El informe no proporcionó una explicación del incremento.
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El grupo contra el hambre Feeding America descubrió en mayo que las personas hambrientas en Estados Unidos se enfrentan a un déficit monetario de 33.100 millones de dólares para cubrir sus necesidades alimentarias, en parte debido al aumento de los precios de los productos.
El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, dijo en un comunicado que la culpa es del Congreso por no haber aprobado este año una ampliación del crédito fiscal por hijos y no haber ampliado el año pasado los requisitos de trabajo para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), el mayor de ayuda alimentaria del país.
"Es inaceptable que alguien pase hambre en Estados Unidos", afirmó.
Un millón de hogares más sufrían inseguridad alimentaria en 2023 que en 2022, según el informe del USDA.
Alrededor de 6,8 millones de los 18 millones de hogares con experimentaron una seguridad alimentaria muy baja, lo que significa que las dietas de uno o más miembros del hogar se vieron interrumpidas durante el año porque no podían permitirse comprar suficiente comida.
(Editado en español por Carlos Serrano)