Un comité de la ONU instó el viernes a Reino Unido a aprobar medidas para frenar la incitación al odio y una retórica xenófoba que, según dijo, desempeñaron un papel directo en el fomento de los disturbios durante el verano boreal.
Los disturbios racistas protagonizados por grupos de extrema derecha estallaron en agosto en las protestas contra la inmigración en todo Reino Unido, después de que circulara por Internet información falsa según la cual el sospechoso de un ataque mortal contra niñas era un inmigrante islamista.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial expresó "su preocupación por la persistencia y, en algunos casos, el fuerte aumento de los delitos motivados por el odio, la incitación al odio y los incidentes xenófobos", según indicó en un comunicado de prensa tras revisar el historial británico.
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Esto incluye discursos racistas y xenófobos por parte de políticos y figuras públicas en medios de comunicación impresos, audiovisuales y en línea.
El organismo de la ONU no mencionó a los políticos ni a los medios implicados, pero Gün Kut, miembro del comité, declaró a los periodistas que existe una relación directa entre los discursos xenófobos y la violencia racial.
"Existe una preocupación evidente por los discursos de odio de figuras prominentes de la opinión pública", afirmó en una rueda de prensa en Ginebra.
El comité que revisa cada cierto tiempo el historial de todos los países también se refirió a la preocupación por el racismo institucional en el sistema policial y judicial británico e instó a Reino Unido a crear un mecanismo para investigar las quejas.
(Reporte adicional de William James en Londres; editado en español por Carlos Serrano)