Joven cubano disfruta la crianza de las abejas para distraerse del rigor de la danza clásica

11 de julio, 2024 | 08.52

Dairon Ernesto Darias, un bailarín con 15 años de experiencia en el Ballet Nacional de Cuba, encontró en la crianza de las abejas una pasión, algo que lo llevó a compaginar su presencia en el escenario con el activismo medioambiental.

"Es una gran satisfacción", dijo Darias, uno de los pocos criadores en el país de las abejas meliponas muy cerca de unos 40 panales situados en la azotea de su casa en La Habana, rodeados de árboles frutales.

"Estas abejas no pican, cualquiera puede tenerlas en su casa, son muy dóciles, no poseen aguijón y producen una miel excepcional", afirma el bailarín, usando gorra de béisbol de color negro para cubrirse del sol abrasador del Caribe.

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Darias, quien lleva cinco años en la crianza de las abejas, dijo que "esto ha sido un hobby" en medio de la disciplina y el estricto rigor de la danza clásica.

"Hemos creado una pequeña red fomentando las colmenas en la casa", dijo el bailarín, que estima que hoy existen entre 10 y 15 personas que desarrollan la crianza de estas abejas en La Habana. En el país, añadió, deben existir cerca de un centenar de criadores que por regla no pasan de entre dos y 5 colmenas.

En la azotea de su hogar manipulando las cajas de las abejas dijo que hubo un momento en que la producción de miel sobrepasó las necesidades familiares para su consumo.

Entonces, aprovechó la apertura del gobierno cubano que levantó una prohibición a los negocios privados vigente desde la revolución de Fidel Castro en 1959, para abrir su propio emprendimiento. Actualmente produce entre 40 y 50 pomos de miel al mes que se venden bajo la marca de "Mieles de la Tierra".

"Nosotros ayudamos a las abejas y ellas nos ayudan a nosotros", dijo en marcada alusión al fomento de su economía familiar.

(Reporte adicional de Carlos Carrillo y Alien Fernández. Escrito por Nelson Acosta.; REUTERS NAB/)