Decenas de ciudadanos bolivianos que fueron detenidos en un crucero en Barcelona con documentos de viaje falsos y visas inválidas abandonaron el jueves el barco, permitiéndole continuar su viaje tras un largo retraso que enfadó a otros pasajeros.
Los 69 bolivianos, incluidas familias con niños, fueron trasladados a la zona de tránsito del puerto, dijo la delegación regional del gobierno en Cataluña.
El crucero MSC-Armonia, que inició su viaje en Brasil, llegó a Barcelona a primera hora del martes y tenía previsto partir hacia Córcega frente a la costa francesa ese mismo día.
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Fue detenido después de que las autoridades descubrieron que las visas de los ciudadanos bolivianos no eran válidas. Según una fuente del Ministerio del Interior español, también portaban documentos falsos.
Los bolivianos, a quienes se les negó el acceso a territorio español, serán trasladados a otro barco mientras las autoridades procesan sus casos para decidir sobre posibles deportaciones o concesión de asilo, dijo la delegación.
En declaraciones desde la terminal portuaria, un ciudadano boliviano llamado Juan, que no quiso dar su apellido, dijo que su hijo estaba entre los detenidos.
Su hijo, dijo Juan, venía a España de vacaciones y había confiado en una compañía de viajes que le dijo que su documentación era legal cuando en realidad no lo era.
"No sabemos si serán deportados. Ahora mismo estamos en un momento de espera en el que no sabemos si habrá una solución", dijo Juan.
El periódico El País dijo que los bolivianos tenían la intención de establecerse en España.
El caso podría señalar una ruta migratoria irregular menos conocida desde América Latina hacia Europa. El costo de un viaje similar en un crucero ronda los 1.000 euros (1.086 dólares), según un sitio web especializado.
El operador suizo-italiano MSC Cruceros, responsable de comprobar los documentos de viaje, dijo en un comunicado que colaboraría en la investigación.
Los ciudadanos bolivianos deberán "seguir el proceso de inmigración previsto por la ley", afirmó.
Los pasajeros dijeron a Reuters que las paradas previstas en Francia, Grecia y Croacia habían sido canceladas debido al retraso.
"La gente a bordo está furiosa, siente que es surrealista", dijo Paul Ibarguengoitia, de 26 años, que viaja con su familia en el MSC-Armonia, añadiendo que algunos pasajeros descontentos habían abandonado el barco por el cambio de itinerario.
(Reportes de Joan Faus, Corina Pons y Albert Gea. Editado en español por Marion Giraldo)
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